CUERPO Y ALMA

Chicas de hoy

Más niñas van a la escuela, vivirán más y se casarán menos

OPINIÓN

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María Elena Esparza Guevara / Cuerpo y Alma / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En quince años, la cantidad de niñas que no asisten a la primaria en todo el mundo se redujo de 65 a 32 millones, su esperanza de vida aumentó de 67 a 75 años y la proporción de quienes contraen matrimonio bajó de una de cada cuatro a una de cada cinco. Son datos del Programa Igualdad de Género de UNICEF 2020 que, si bien no permiten cantar victoria, revelan avances significativos. Hasta antes de la pandemia.

Cuando Chimamanda Ngozi Adichie, autora de “Todos deberíamos ser feministas”, supo que su amiga gestaba a una niña, le dedicó una serie de consejos para educarla desde el empoderamiento y hacerle visibles sus derechos desde la primera infancia. No le enseñes a gustar ante todo, a ser buena con todos ni a fingir sus emociones, le escribió a quien después nombraría su otro best seller: “Querida Ijeawele”.

En nuestro país, según los resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2021, las niñas temen el doble que los niños al abuso sexual infantil, un riesgo que de acuerdo con datos de abril de 2023 del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México se ubica en el hogar: 80 por ciento de las agresiones son cometidas por familiares.

Las menores que han aprendido por mandato de género a ser siempre amables, ocultar su disgusto porque “las enojonas no le gustan a nadie” o desconfiar de su propia experiencia simplemente no hablan y con frecuencia sospechan que, de hacerlo, no les van a creer.

Para las chicas de hoy, más que nunca con derecho a ser todas diferentes y tan independientes —como dice la canción, tururu tururu— no debe haber brecha que las separe de ser lo que ellas elijan. Por eso importa que éste sea un tiempo de mujeres, que es también de las niñas: no como proyecto de futuro, sino como una agenda imprescindible y prioritaria, ¡aquí y ahora!

Todas y todos podemos contribuir, sea desde nuestras organizaciones de la sociedad civil, como la Red por los Derechos de la Infancia en México o Save the Children; desde el activismo —destaco aquí el compromiso con la seguridad infantil que despliega el Dr. José Luis Ayoub, Director Jurídico de mi querido Heraldo de México— o en el hogar.

Para quienes tenemos una niña cerca: enseñémosle a ser amable consigo misma y a validar su realidad emocional, sin prejuicios. Parece sencillo, pero demanda resignificar permanentemente los roles de género, algo que sin duda beneficiará también a los niños. Por su bien y para que en quince años veamos desplomadas las cifras de violencias infantiles, eduquemos en libertad e igualdad.

POR MARÍA ELENA ESPARZA GUEVARA
 @MAELENAESPARZA

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