COLUMNA INVITADA

La privacidad extinta

No es novedad saber que la privacidad de todos en las redes sociales se encuentra vulnerada

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

No es novedad saber que la privacidad de todos en las redes sociales se encuentra vulnerada. Prácticamente, el mundo virtual le abre la puerta al usuario para que deposite en él su vida, ideas y pensamientos a cambio de poder interactuar colectivamente en un espacio fuera del mundo exterior. Todos cuentan con su archivo personal, que guarda desde fotos públicas hasta las conversaciones más íntimas.

En la actualidad, cabe mencionar que la sociedad ha entrelazado los conceptos de lo privado, público e íntimo conforme se va desenvolviendo en los espacios virtuales. Una persona sube una fotografía esperando que la gente la vea, pero no en un preciso momento, como si se tratara de una reunión en vivo, sino en diferentes tiempos, de tal manera que la exhibición del individuo no implica la presencia física de dos o más personas. ¿Qué pasa cuando la información es llevada a otras partes, para diversos fines, sin que ella lo sepa?

En los últimos años, la privacidad en la era digital se ha convertido en un tema crucial para gobiernos, empresas y ciudadanos. El rápido avance de la tecnología es paralelo a la pérdida, cada vez más notable, de la vida privada de los usuarios tal como se conocía a favor de una nueva.

A fin de cuentas, varios aspectos de la realidad que rodean a uno están unidos con algo tecnológico; por ejemplo, la gran mayoría de los celulares cuentan con un sistema de GPS, de tal manera que un satélite siempre puede localizar la ubicación del dispositivo. Hay sociedades donde se dio el paso de la era tecnológica a la de la vigilancia informática. Los datos de todos ya no solo son del individuo.

La reciente noticia del New York Times de que México sigue siendo el mayor usuario del software de espionaje Pegasus, desarrollado por la compañía israelí NSO Group, a pesar de las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador de abandonar su uso, plantea interrogantes sobre cómo garantizar un equilibrio entre la protección de datos personales y la seguridad nacional en el mundo digital.

Las redes sociales, en particular, han transformado la forma en que la sociedad se comunica e interactúa, pero también han generado inquietudes sobre la privacidad de la información y cómo se utiliza. La proliferación de programas de espionaje como Pegasus y el empleo ilegal de estos por parte de gobiernos para espiar a defensores de derechos humanos, activistas, periodistas y ciudadanos que denuncian la corrupción y abusos, evidencian la necesidad de establecer límites claros y regulaciones estrictas en esta área.

La delgada línea entre lo público y lo privado se ha desdibujado; por ello, resulta importante que tanto individuos como gobiernos y empresas tomen medidas para proteger la privacidad y garantizar un uso ético y responsable de la tecnología. Las leyes de antes deben actualizarse.

POR IGNACIO ANAYA

COLABORADOR

@Ignaciominj

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