COLUMNA INVITADA

Cuba, la tierra prometida

Cuba es el país ideal para Morena. Si hemos de creer las palabras de la cúpula de la nueva élite del poder

OPINIÓN

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Hermenegildo Castro / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Cuba es el país ideal para Morena. Si hemos de creer las palabras de la cúpula de la nueva élite del poder, Cuba es la tierra prometida, la patria del hombre nuevo, el santuario donde ya triunfó la revolución de las conciencias. “Cuba, ha dicho el presidente López Obrador, es para irse a vivir allá”.  

La diputada morenista Yeidckol Polevnsky, expresidenta de Morena y asidua a las tiendas de marca, escribió un mensaje de Twitter con copia para Díaz Canel: “Las elecciones que se celebran hoy en Cuba, para elegir a sus 470 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, son la reafirmación de una patria viva y libre”. 

Mario Delgado, ratificado por el Tribunal Electoral para seguir al frente de Morena, escribió un mensaje que adornó con su foto saludando al embajador de Cuba: “Reiteramos el compromiso de nuestro movimiento de seguir luchando para que nuestro país hermano salga de la arbitraria lista de países terroristas y se termine con el injusto bloqueo”. 

La palabra terroristas salta a la vista en su mensaje, pero el pueblo bueno es capaz de perdonarlo todo, siempre que su líder lo instruya. Hasta los diputados de Morena le rindieron un homenaje en el recinto parlamentario al notorio asesino Ernesto “El Che” Guevara, un tiempo compañero de Fidel Castro. 

La secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, protagonizó un pleito a tuitazos con el dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, a quien le pidió hablar de los aportes científicos de Cuba, de las garantías para todas y todos en acceso a la salud y educación. 

Es cierto, Cuba es el país ideal para López Obrador. Para empezar, no existe la molesta división de poderes ni los contrapesos presidenciales. Lástima que Miguel Díaz Canel, el dictador en turno, no esté dispuesto a cederle sus privilegios. 

En Cuba no existen los partidos de oposición. Los 470 candidatos a los que se refería Polevnsky eran todos del mismo partido, el partido oficial que es como un PRI de los años 60 del siglo pasado, pero con esteroides. 

En Cuba no hay periódicos independientes, neoliberales o conservadores. Ahí los ciudadanos nunca se enteran del dinero que reciben los hermanos del dictador, los contratos para la prima o el tráfico de influencias de los hijos. ¡Qué maravilla! 

En Cuba toda la economía está bajo el control del dictador.  

En Cuba las redes sociales están censuradas por el gobierno. Qué enorme placer despertar sin las molestas críticas difundidas por enemigos que son capaces de hackear los correos del Ejército. 

En Cuba se siguen usando las carretas como medio de transporte en el campo. ¿Se imaginan que la historia le diera la razón a López Obrador y los trapiches y los tlacoyos fueran el símbolo de la pujanza de la economía nacional? 

POR HERMENEGILDO CASTRO

COLABORADOR

MAAZ