La política es el arte de lo posible dentro de lo deseable. Lo deseable era un acuerdo de dos tercios de la Cámara de Diputados. Esto no fue posible. La realidad política se impuso. Lo que ocurrió fue una insaculación de acuerdo a lo que establece la Constitución, por la vía de los hechos y los dichos acabó la era de las cuotas y los cuates en el INE.
Premio mayor o rifa del tigre. En la madrugada del viernes 31 de marzo, la Cámara de Diputados insaculó a la primera presidenta del INE: Guadalupe Taddei Zavala y a otros tres consejeros Jorge Montaño Ventura, Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza.
En su conferencia mañanera, AMLO celebró que los nuevos consejeros electorales fueran elegidos mediante sorteo y no por acuerdo entre partidos. Dijo que estaba satisfecho, que fue el método más transparente y democrático. Recordó que hace nueve años, Lorenzo Córdova tuvo que hablar con el entonces presidente Enrique peña Nieto, para obtener la presidencia del INE. AMLO dijo que no conoce a la nueva presidenta del Instituto, pero sí a su familia, a la cual considera gente progresista, honesta y demócrata.
La dirigencia del PAN, encabezada por Marko Cortés, declaró que impugnará dos de los nombramientos del sorteo. Esto, a pesar de que Jorge Romero, coordinador de los diputados panistas, estuvo de acuerdo con dicho procedimiento y no descalificó a ninguno de los aspirantes.
Maite Azuela, la única integrante del Comité Técnico de Evaluación que hizo pública su posición y que fungió como ariete de la oposición, dijo que el resultado del sorteo fue lo menos peor que pudo haber ocurrido. Luis Carlos Ugalde, expresidente del INE y que había expresado una posición crítica hacia el proceso, manifestó que no fue un mal resultado y que había que darles el beneficio de la duda.
Luis Carlos Ugalde tiene razón, hay que darles el beneficio de la duda a los nuevos consejeros, principalmente, a la primera mujer que encabezará al Instituto. Si se les quitan los nombres a los cuatro y sólo revisamos trayectorias, los cuatro tienen los méritos para ocupar el cargo. Si se les considera su cercanía, filias y fobias, el resultado fue equilibrado; dos cercanos a Morena y dos cercanos a la oposición. La realidad, es que ninguno de ellos llegó al cargo por conveniencia, acuerdo o interés del presidente de la República o de alguno de los partidos políticos. Ojalá estén a la altura de las circunstancias.
La insaculación salió muy bien. Buena mano izquierda de Nacho Mier, coordinador de Morena, para llegar al sorteo sin sobresaltos. Comportamiento institucional de Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva y responsabilida de Jorge Romero, coordinador del PAN, que llamó al orden a los suyos en el momento preciso. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
Por Onel Ortiz Fragoso
Colaborador
@onelortiz
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