COLUMNA INVITADA

¿Quién se ha robado mi tupper?

Si algo nos resulta familiar es aquella petición: “Me regresan el tupper, por favor.”

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si algo nos resulta familiar es aquella petición: “Me regresan el tupper, por favor.” Para muchas personas desde pequeñas hasta adultas, la marca Tupper o “el toper”, era un distintivo de algo valioso; porque pertenecía al hogar; por ello, se transformó en un emblema familiar, fácilmente reconocible en nuestro entorno. Nadie necesitó hacer un comercial, para conocer la marca.

Su importancia y desarrollo fue detonado, y logrado por mujeres, que vieron a la empresa como una posibilidad de desarrollo económico, no detectable por los hombres que proveían las casas de ese tiempo; ya fueran padres, hermanos o esposos; y que, en muchos casos, les impedían trabajar y estudiar, como la forma de control económico, más eficaz y bajo mandamientos restrictivos morales y sociales. Por lo tanto, el despegue y éxito fueron inimaginables.

La mayoría conoce el dicho más vale perder, una comadre que el tupper. O; ¿qué tal en la oficina? cuando se anuncia; “se traspasa tupper que está en el escurridor, papeles en regla todo pagado en la tanda.” ¿Como olvidar las fiestas donde se llevaba y traía la comida en familia, para después emprender la carrera campal por rescatar aquél santo grial?

La constante familiar fue devolverlo al regresar de la escuela, oficina, picnic, comida etc. Cada persona tiene una historia con su tupper.

En ese sentido, generó riqueza propia a través de un producto de calidad, permitió como dicen en México; “sacar adelante a muchas familias”. Pero sobre todo a las mujeres.

Esta marca se convirtió en lo que hoy llamaríamos una empresa unicornio, gracias a millones de ventas, que le dieron vigor a esta forma de trabajo maleable. El espectro de excepción consistió en varios fenómenos conjugados; por un lado, la adquisición de mercancía, por medio de una inversión modesta, que generó el ingreso rentable, a corto plazo. Mientras que, por otra parte, ello fue posible, aun cuando muchas mujeres, no tenían, ni la formación básica escolar. Ello se tradujo en la independencia de las siguientes generaciones de mujeres y hombres, a una vida mejor.

Ese negocio se alineó perfecto, con la forma más trascendente del patrimonio inmaterial de México; la familia y el alimento.

Pero lo que resultó, más disruptivo fue la movilidad social que desvió a miles de personas de un destino predeterminado a la pobreza. La nueva herramienta; posibilitó el pago de estudios, viajes, ropa y alimentos. Fue tal el éxito, qué en toda casa mexicana, se tiene y se conoce a la marca.

Lo que le dio una valiosa utilidad, fue que en principio se podía adquirir un contenedor de plástico con tapa, perfectamente sellada, lo que permitía la conservación y traslado de alimentos líquidos y sólidos. Más adelante, se le dieron usos diferentes, como guardar joyas, y hasta la creación tropicalizada, de su variedad de envases para facilitar el disfrute de los “chilitos de lata”.

Fue tal la popularidad, que cada década, adaptaron nuevas regulaciones en seguridad alimentaria, por lo que se realizaron especificaciones diferentes, en su fabricación, para transformarse en un producto seguro, en el uso de microondas y lavavajillas, creando un plástico libre de BPA.

Una sustancia presente en el plástico, (Bisfenol A) que podía transmitirse a los alimentos, sobre todo si se sometían a un recalentamiento, los que se consideraron causantes de diversos padecimientos, entre ellos el temible cáncer. Por eso, nuestros amados tuppers representan un plástico seguro, duradero y reutilizable. Pero como el tiempo avanza y cada vez existen más opciones, la empresa Tupperware ha anunciado la quiebra, por lo tanto, se espera que ello traiga consigo la desaparición de ese producto como parte de una evolución natural, ante nuevas formas y opciones que ya se encuentran presentes.

Así que a cuidar sus tuppers, porque serán de colección.

POR SARA MORGAN

@MorganSarel
Consultora Laboral Directora de Equity Job Lab

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