COLUMNA INVITADA

¿Hacia un mundo bipolar?

Pareciera que el planeta ha vuelto a la "normalidad" de otras épocas y que todo el andamiaje construido en la posguerra mundial se está viniendo abajo

OPINIÓN

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Carlos de Icaza / Retos Globales / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al derrumbarse el campo socialista y extinguirse la Unión Soviética en 1991, se anticipaba que el fin de los conflictos ideológicos y la oposición este-oeste despejaría el camino para un nuevo orden que propiciara un marco de paz y estabilidad. 

No obstante, el fin de la Guerra Fría tomó a todo el mundo por sorpresa y evidenció que la sociedad internacional no estaba preparada para responder al desafío de construir una nueva era de entendimiento.

Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre, en Nueva York, que mostraron cómo los conflictos del pasado siguen amenazando la estabilidad planetaria, hemos venido observando que la gobernanza global, basada en reglas, está comprometida por la rivalidad entre las potencias que compiten para acrecentar espacios de poder e influencia.  

A partir de la invasión rusa a Ucrania, el mapa geopolítico se ha venido complicando aún más. Europa está en guerra y su impacto se ha hecho sentir en todas las latitudes. 

Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia están confrontados militarmente en territorio ucraniano en un conflicto que parece interminable. A pesar de que no se ve en el horizonte una salida negociada al conflicto, la prolongación de la guerra parecería ser insostenible tanto por su costo humanitario, como por el riesgo de un mayor enfrentamiento o de un accidente nuclear con consecuencias impredecibles. 

La guerra ucraniana y la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos nos ha puesto frente a un escenario de incertidumbre que ha vuelto al orbe mucho más peligroso y ha puesto en jaque los mecanismos de Naciones Unidas para mantener la paz y la seguridad internacionales. 

Algunos analistas estiman que nos encaminamos a un mundo marcado por la oposición de bloques hostiles. 

Los peligros en tiempos actuales son reales, sin embargo, desde una perspectiva histórica no son la novedad. La mitad del siglo pasado estuvimos viviendo bajo el espectro nuclear y las tensiones de la Guerra Fría. 

La rivalidad entre Estados Unidos y China se ajusta a patrones de comportamiento tradicional entre las potencias. Lo mismo podríamos decir de la guerra europea. 

Pareciera que el planeta ha vuelto a la "normalidad" de otras épocas y que todo el andamiaje construido en la posguerra mundial se está viniendo abajo, dando lugar a una renovada Guerra Fría, que distrae de los esfuerzos mundiales en la búsqueda de soluciones a los grandes retos como el cambio climático, las migraciones y la brecha entre el mundo industrializado y el sur global. 

Las incertidumbres y los riesgos derivados de este contexto incrementan las posibilidades de que los conflictos se salgan de control. 

La gran pregunta es dónde nos ubicamos nosotros en este escenario, cuestión que abordaremos en una próxima columna.

 

POR CARLOS DE ICAZA
EMBAJADOR EMÉRITO Y EXSUBSECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES

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