COLUMNA INVITADA

Incompetencia: asesina de animales

La política en México no solo ha demostrado ser un campo plagado de corrupción y abuso de poder

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La política en México no solo ha demostrado ser un campo plagado de corrupción y abuso de poder, sino también de incompetencia e insensibilidad ante la preservación del medio ambiente y la protección de la fauna. En diversas ocasiones la sociedad ha sido testigo de la infortunada suerte que han corrido diferentes especies de animales debido a las malas decisiones y negligencias de nuestros gobernantes. ¿Qué tienen en común un manatí, una mantarraya y un ajolote? Los tres, así como más animales, fueron víctimas de la política mexicana.

En Huatabampo, Sonora, la mutilación de miles de mantarrayas y rayas por parte del Departamento de Ecología local, con el fin de prevenir picaduras a turistas durante las vacaciones de Semana Santa, es otro ejemplo de la irresponsabilidad y falta de empatía hacia la fauna marina. Esta práctica atenta contra la conservación de estas especies en su hábitat natural, a pesar de las protestas y peticiones realizadas en años anteriores para que las autoridades pongan fin a esta lamentable costumbre.

En Xochimilco, la liberación de 200 ajolotes a principios del año pasado por parte de alcaldes de Morena pretendía ser un acto de conservación y protección del hábitat de esta especie endémica en riesgo de extinción. Sin embargo, lejos de ser un gesto loable, la falta de un plan de manejo ambiental y el estrés causado a los anfibios al sacarlos de su entorno para exhibirlos, solo evidenciaron la incompetencia y desconocimiento de los políticos involucrados en la organización del evento. Un ejemplo perfecto de cómo buenas intenciones mal ejecutadas pueden resultar en un daño irreversible. El consenso de la comunidad científica fue que aquellos pequeños anfibios no durarían mucho.

Por otro lado, en los setenta se vivió la triste historia de los manatíes en Xochimilco, cuya presencia en los canales fue producto de un intento fallido de controlar la invasión de lirio acuático. La introducción de manatíes en aguas turbias, sin previa información a los pobladores, generó miedo y confusión, lo que llevó a la caza y exterminio de estos inofensivos mamíferos. Aquí, nuevamente, la falta de planificación y comunicación adecuada entre las autoridades y los ciudadanos desembocó en una tragedia ecológica.

Estos casos son solo una muestra de cómo la política en México ha fallado en proteger y preservar la riqueza natural y la biodiversidad del país. La falta de sentido común y la incompetencia en el manejo de estos casos de conservación animal reflejan la urgente necesidad de contar con autoridades capacitadas y comprometidas con la protección del medio ambiente. México es un país con una riqueza biológica inigualable, y resulta inaceptable que ver estas tragedias ecológicas.

POR IGNACIO ANAYA

COLABORADOR

@Ignaciominj

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