COLUMNA INVITADA

Nearshoring y sus desafíos

Los expertos coinciden en que México necesita energía competitiva para que no se trate solo de un “Mexico moment” que se desvanezca en el corto plazo, como ha sucedido antes, sino que sea un hito para el crecimiento en el país

OPINIÓN

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Itziar Gómez / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En los últimos años se ha comentado bastante sobre el fenómeno de relocalización de empresas, conocido como “nearshoring”, pero la conversación, en general, se ha enfocado en explicar sus efectos y beneficios a un nivel nacional e internacional, pero poco se ha hablado sobre los desafíos que tenemos para que sea realmente aprovechado.

Durante la pasada edición de TECMA, el evento líder en materia de máquinas y herramientas en México, tuve la fortuna de coordinar un panel de personas expertas en nearshoring.

Francisco González Díaz, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), comentó que nuestra cercanía con Estados Unidos, que es el mercado de consumo más grande del mundo; la relación de libre comercio a través del T-MEC con este mercado y Canadá; pero, sobre todo, el acceso que tiene México a más de 46 mercados internacionales hacen muy atractivo a nuestro país para aquellos que quieren llevar sus productos no solo a Norteamérica, sino al mundo. ¿Por qué? Porque desde México se puede exportar a Estados Unidos y Canadá, pero también a la Unión Europea, al mercado de la Alianza del Pacífico y
a los países que conforman el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP).

Durante el panel participó una empresaria mexicana que ha sabido aprovechar la tendencia del nearshoring: Teresa Calderón Durán, quien dirige Fundidos Design y se desempeña como consejera de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). Esta empresaria, especialista en la industria mueblera, se ha beneficiado del nearshoring, ya que explicó que la cadena de proveeduría se ha fortalecido en México gracias a esta tendencia para atender los mercados norteamericanos.

De hecho, explicó que México es actualmente el sexto exportador de muebles a nivel global y el principal del continente americano, por encima de EU y Canadá. Las oportunidades no se limitan a los bienes, pues como lo explicó Mónica Lugo, directora de Relaciones Institucionales de Grupo Prodensa, no solo se están cambiando las cadenas de producción, sino que cada vez es mayor la tendencia para relocalizar servicios, especialmente aquellos relacionados con los avances tecnológicos que facilitan la interacción en línea, como call-centers, servicios de big data y otros centros enfocados en comercio electrónico y soluciones informáticas.

A pesar del panorama prometedor que se visualiza para México, la realidad es que existen otros competidores que también son atractivos para los inversionistas, por lo que las empresas en nuestro país deben estar conscientes de los factores que resultan determinantes a la hora de tomar la decisión de invertir, como el acceso a energía competitiva y la certeza jurídica, elementos relevantes a la hora de tomar decisiones. 

En este sentido, Carlos Sánchez Pavón, director de Estrategia Global de Newmark, señala que Vietnam, India, Filipinas y Tailandia son los jugadores clave en Asia, mientras que en América, México compite directamente con Guatemala, Costa Rica y Colombia por la similitud en costos y condiciones de capital humano, además de Estados Unidos y Canadá.

Por esta razón resulta vital que los empresarios estén informados, como lo comentó Claudia Ávila, quien es especialista en el tema de inversión extranjera directa (IED) y nearshoring, al enfatizar que, sin importar el tamaño de la empresa ni su giro, es una necesidad el estar informados a nivel local, estatal, nacional e internacional, debido a que el mundo está tan interconectado que pequeñas acciones en lugares lejanos pueden tener un impacto sobre la compañía.

Los expertos coinciden en que México necesita energía competitiva para que no se trate solo de un “Mexico moment” que se desvanezca en el corto plazo, como ha sucedido antes, sino que sea un hito para el crecimiento en el país.

Esta conclusión concuerda con lo que mencionó el IMCO recientemente en un comunicado: “México cuenta con ventajas comparativas gracias a su posición geográfica y lazos comerciales […], pero para aprovecharlas se requiere inversión pública y privada en infraestructura de generación eléctrica con baja huella de carbono […]. Para lograr estas metas, es indispensable contar con un entorno de certidumbre jurídica con pleno respeto al Estado de derecho que sirva como base para la inversión en infraestructura energética”.

Tengo la certeza de que si escuchamos la recomendación insistente del sector privado en torno al reto energético podremos construir el ecosistema idóneo para que México se convierta en el gran ganador de la relocalización de cadenas globales de valor y así posicionarlo como un actor estratégico en el escenario internacional, trayendo grandes beneficios no solo hoy, sino para las décadas por venir. 

 

Por Itziar Gómez Jiménez

Directora de Agencia de Comunicación Plasmar

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