COLUMNA INVITADA

Gobierno de coalición

Este tipo de esquemas, en sistemas presidencialistas como el mexicano, deben considerarse una innovación

OPINIÓN

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Gustavo de Hoyos Walther / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

El 20 de octubre del 2021, en el primer aniversario de la constitución de Sí por México, expuse los cinco objetivos de la organización hasta 2024.  Uno de los más importantes se refería a la necesidad de que la organización del Poder Ejecutivo Federal en 2024, se construyese bajo el modelo de gobierno de coalición. Es decir que aunque encabezado por un Presidente de la República electo popularmente, se integrase un gabinete legal y ampliado en el que los titulares de las Secretarías  y otras dependencias, pertenecieran a diversos partidos o que fueran personas sin filiación partidista. Dejé claro también que, ante la irrupción de la sociedad civil en el panorama político de México, el nuevo acuerdo para la gobernabilidad tendría que hacerse de manera conjunta entre los partidos y la ciudadanía. Derivado de esto, se hacía necesario que el gobierno de coalición congregara no sólo a los diferentes partidos no alineados al actual régimen, sino de forma destacada a miembros de la sociedad civil en igualdad paritaria.

Indudablemente la idea de un gobierno de coalición en sistemas presidencialistas como el mexicano deben considerarse una innovación. Tradicionalmente este tipo de esquemas ocurren en regímenes parlamentarios.

En algunos sistemas presidencialistas, como es el caso de varios gobiernos latinoamericanos, la gobernabilidad está garantizada por mayorías absolutas en segundas vueltas, que después del realineamiento que se da en la primera vuelta, permiten congregar a distintas formaciones políticas para lograrla. En otros sistemas presidencialistas, como es el caso de México no existen las segundas vueltas. El actual Presidente de la República fue electo con una votación cercana al 33 por ciento del total de los electores potenciales. Y sin embargo, gobierna sin tener en cuenta las posturas de las minorías y como si no tuviese un problema de legitimidad de origen.

Ante esta realidad, un grupo de ciudadanos, académicos y legisladores concebimos desde antes de 2017 la posibilidad de incorporar un elemento parlamentario en el sistema presidencialista: el gobierno de coalición. La idea central era que la sociedad mexicana es tan plural y compleja que no se aviene a ser gobernada por una sola visión del País. Esa visión no ha logrado incorporarse en la legislación secundaria, pero la idea está tomando fortaleza entre quienes promovemos un nuevo acuerdo entre la sociedad civil organizada y la clase política no alienada al oficialismo. Ya es tiempo de que el Poder Ejecutivo Federal, así como la alta burocracia que lo acompaña en la conducción del gobierno, sea plural y diverso, como el crisol que es el México que representa.

POR GUSTAVO DE HOYOS WALTHER

PRESIDENTE DEL CNLE

@GDEHOYOSWALTHER

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