Cuando llegan a tu empresa o domicilio insumos, combustibles, agua, medicinas, alimentos, mercancías o materias primas, seguramente llegaron con el apoyo logístico de los vehículos que producen las empresas integrantes de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Nuestros vehículos, a través de las más de 150 mil empresas de transporte que los utilizan, mueven más del 80 por ciento de la carga terrestre; el 71 por ciento del valor del comercio con Estados Unidos; el 100 por ciento del reparto de mercancías en centros urbanos; al 41 por ciento de los trabajadores, y al 27 por ciento de los estudiantes del país. Somos una industria esencial que sirve a todos los sectores económicos y contribuye al bienestar social.
Los fabricantes de ANPACT tenemos 11 plantas de manufactura de vehículos y 2 plantas de manufactura de motores, en 10 entidades de la República; generamos inversión, empleo, innovación y una derrama económica permanente. Esta capacidad ha colocado a nuestro país como el primer exportador de tractocamiones, cuarto exportador de vehículos pesados, quinto productor de vehículos de carga y octavo productor de autobuses en el mundo.
Actualmente, nuestro sector enfrenta un reto doble: la recuperación económica y la transición tecnológica. La industria productora de vehículos pesados hemos hecho nuestro el objetivo de contribuir de manera decidida a la reducción de emisiones, fabricando vehículos más limpios, seguros y eficientes, que ayuden a trazar la ruta hacia el futuro del transporte mas sustentable.
Esta revolución tecnológica requiere el compromiso y la coordinación de las autoridades. Transformar la flota de carga y pasaje hacia las nuevas tecnologías requiere de inversión, infraestructura, disponibilidad y generación de energéticos cada vez más limpios. Desde diésel de ultra bajo azufre, gas natural vehicular y electrolineras; contar con puntos de carga suficientes, abasto estratégico en el territorio y una renovación sistemática y estructural de la flota antigua, que en promedio es de casi 20 años.
Para cumplir este objetivo es indispensable crear sinergias entre el sector público y privado, impulsar incentivos verdes, y aprovechar las tendencias globales que hacen de México un polo de inversión, trabajo que hacemos en coordinación con la CONCAMIN.
Afortunadamente, como lo confirman las más recientes inversiones, México cuenta con el T-MEC, así con una industria automotriz innovadora, resiliente y productiva para desarrollar y capitalizar las oportunidades del nearshoring y para concretar una transformación profunda del transporte para un futuro más inclusivo y respetuoso con el medio ambiente.
Miguel H Elizalde
Presidente Ejecutivo de ANPACT
@MELIZALDEL
MAAZ