Las mujeres llegaron para quedarse, pero su crecimiento y acceso a todos los campos de la vida pública y privada continúan limitados. El acceso varía según la región del mundo o país que se refiera. Las mediciones internacionales lo reflejan. La brecha sigue existiendo y se profundiza en varios ámbitos, cuando en ciertos espacios se cuenta de los avances.
Algunos de esos campos de avance dispar están en la política, la mediación, el diálogo y la negociación. En la solución a las controversias locales e internacionales, o en conflictos de larga data. Las mujeres en la mediación son clave, se ha demostrado que su participación cambia las condiciones de los procesos, facilitan la inclusión y expande la posibilidad de soluciones.
Construir procesos que perduren aseguren condiciones futuras para todas las generaciones de mujeres, especialmente en la política, es una condición necesaria para el desarrollo político regional. Varios países latinoamericanos y caribeños ya se distinguen por su participación, incluso a niveles de paridad parlamentaria, pero el retroceso también es palpable en ciertas condiciones.
El estudio sobre la Mujer en El Poder de la Unión Interparlamentaria de Mujeres (UIP) publicado este año reporta brechas regionales. El mapa publicado, en 2023, por la organización refleja que más mujeres participan en puestos de decisión política, representación y liderazgo político, pero que su permanencia y avance no siempre están asegurados.
De 22.8% de la participación política global de las mujeres, América Latina y El Caribe refleja mayor participación de las mujeres en puestos de gabinete, con 30.1%, según la UIP. Por las elecciones parlamentarias en ocho países de la región, la proporción de mujeres que participan en parlamentos aumentó el promedio del 34,9%, en las Américas, el más alto del mundo.
El Caribe sigue manteniendo el promedio más alto de presencia parlamentaria de las mujeres con 40.2%, cuando en México aumentó impulsada por la participación paritaria en ambas cámaras del Congreso General de la Unión en México. América del Sur refleja un índice de crecimiento de participación de las mujeres de 1.6 % más.
Sin embargo, de las violencias contra las mujeres, todas duelen, pero preocupan las nuevas formas de violencia y discriminación. Especialmente la digital, alertan los especialistas, por ejemplo, en el campo de la inteligencia artificial. Ahora, cuando todavía no se da una solución completa a las formas tradicionales de violencia contra las mujeres, alerta la Comisión Interamericana de Mujeres.
Cierto es que el diálogo regional sobre la participación de la mujer en los diferentes foros políticos de América Latina y El Caribe, en los que los países mesoamericanos se mantiene, pero es necesaria que esa participación no ceje en los esfuerzos globales sobre esta brecha y dispar realidad.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
@GUADALUPEGONZCH
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