En nuestro país tenemos ciudades con centros históricos de una clara arquitectura, determinada por los diferentes estilos de cada siglo.
Sin embargo, la mayoría se han modificado en algunas zonas o áreas denominadas como arquitectura discordante, la cual se fue generando por modas o estilos que predominaban en determinado momento de los mal llamados “tiempos de modernidad”.
En algunas épocas era bien visto, y hasta aclamado por los críticos, el demoler una casa o finca antigua —también nombrada con desprecio “finca vieja”—, para proyectar un nuevo edificio “moderno”. Fue entonces cuando se vino una ola de demoliciones para construir estacionamientos, hoteles de varios pisos fuera de la escala de su entorno, plazas y locales comerciales con grandes techos de lámina y divisiones de tabla roca, aluminio y vidrio, mercados, edificios de gobierno, etc.
Cuando uno observa —en estos tiempos cuando afortunadamente cada día crece la conciencia de la conservación o preservación— estas construcciones, en medio o a un lado de edificios o casas históricas, se da uno cuenta de lo mal que se ven, salen totalmente de la armonía de un estilo arquitectónico y es cuando surge, con claridad, el término discordante.
En algunos casos es complicado modificar o cambiar esta arquitectura discordante, entre otras cosas por la parte legal, al ser muchas de ellas edificaciones privadas con nombre y apellido.
Es por estas razones que surgen planteamientos como colocar árboles o plantas que armonicen más el paisaje urbano y minimicen el daño visual y/o volumétrico de la arquitectura discordante, procurando ocultarla de la visión de los ciudadanos.
En San Luis Potosí, el Consejo del Patrimonio de Áreas y Centros Históricos está lanzando públicamente la propuesta enfocada en varios tramos definidos del Centro Histórico Patrimonio de la Humanidad CRTA, para sembrar árboles de variedad pino para efecto de cubrir algunas edificaciones que son discordantes, la respuesta ciudadana a esta acción de la autoridad ha sido magnífica, al igual que el proyecto de peatonalización.
Twitter político: @jcmachinena
La plusvalía de una ciudad histórica se determina y crece de valor debido al estado de
conservación y uso de su área antigua, está es otra razón para seguir invirtiendo en los centros históricos como prioridad y beneficio económico de todas las propiedades de los ciudadanos.
En esta semana se otorgará, por el gobierno de San Luis Potosí a través del Consejo del Patrimonio de Áreas y Centros Históricos, el reconocimiento dentro del marco del Patrimonio Inmaterial al Pueblo Huachichil, a quienes habitaron en la región de aridoamérica o zona altiplano de la llamada Gran Chichimeca, en el norte y noreste del país, donde actualmente se encuentran, básicamente, San Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Jalisco, Durango y Coahuila.
Desde San Luis de la Patria
POR ARQ. JUAN CARLOS MACHINENA MORALES
JCMACHINENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JCMACHINENA
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