El principal argumento narrativo de la coalición de la derecha mexiquense es que ellos representan la posibilidad de cambio en el gobierno sin la necesidad de una modificación de siglas o colores. Suena contradictorio (porque además lo es), pero han colocado la idea de que esto resultaría novedoso por la hipotética construcción de un gobierno de coalición.
¿Y esto por qué es un asunto de todes? Previo a la construcción de las alianzas electorales las discrepancias entre el PAN, PRI y PRD fueron evidentes y públicas. El PRI sostuvo siempre que encabezarían la coalición y para calmar la molestia del PAN se colocó en distintos medios de comunicación la idea de que la designación sería democrática por medio de “varias” encuestas. Nunca ocurrió.
La relación con el PRD también se crispó cuando en plena conferencia de prensa para anunciar su alianza 23-24, Marko Cortés anunció que en 2024 quien encabezaría la coalición en la CDMX sería el PAN, provocando la molestia del PRD, que como respuesta decidió no llegar a la presentación que se tenía planeada en el auditorio del IEEM para iniciar la precampaña.
En intercamapaña también son notorias las diferencias entre la coalición de derechas y la alianza que encabeza la Maestra Delfina Gómez. Mientras la puntera indiscutible de todas las encuestas ha observado con absoluta responsabilidad las prohibiciones de la etapa de intercampaña, la coalición de la derecha y su abanderada ha tensado la relación con las instancias electorales haciendo alarde de la realización de actividades prohibidas expresamente por las normas electorales que han sido aderezadas con pifias como la manipulación de la fotografía del evento “masivo” del PAN o las invitaciones en redes sociales del PRD. ¿Errores de novatos o patadas debajo de la mesa?
El más reciente desencuentro es la disputa por la presidencia de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura mexiquense, el PRI fiel a su estilo acordó al mismo tiempo cosas distintas con fuerzas políticas distintas. Trascendió un acuerdo entre las bancadas de Morena y PRI para de acuerdo con su fuerza de representación tener la presidencia de la Jucopo un año y medio cada quien; sin embargo, el PAN sostiene que el acuerdo con el PRI era un año cada una de las tres fuerzas, por lo que ha realizado declaraciones y dado a conocer un posicionamiento oficial con un tono amenazante acusando de “un grave error político” no permitirle encabezar la LEGISMEX y los conminaron a “no entorpecer el cambio”.
Sea cual sea la resolución sobre la Jucopo, es evidente que la relación de los integrantes de la alianza de la derecha en los hechos no tiene congruencia con sus dichos. Dicen que no es una coalición de intereses o de cargos, pero todas sus discrepancias públicas son por esas razones. La ciudadanía tiene la palabra.
POR DANIEL SERRANO
LIDERAZGO POLÍTICO DE IZQUIERDA EN EL EDOMEX
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