CAUSA COMÚN POR MÉXICO

Velocidad y cambio

La percepción generalizada de quienes habitamos una inmensa ciudad metropolitana como la nuestra, es que el tiempo no alcanza para nada

OPINIÓN

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Fernando Alberto García Cuevas / Causa Común por México / Opinión Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El carácter de los tiempos que actualmente vivimos está marcado por el signo de la velocidad en casi todos los campos de la vida. La percepción individual del transcurso del tiempo, es diferente entre quien vive en un remoto y tranquilo lugar, de aquellas personas quienes conviven y se desarrollan en una agitada ciudad. 

La percepción generalizada de quienes habitamos una inmensa ciudad metropolitana como la nuestra, es que el tiempo no alcanza para nada. En un artículo publicado en la LAVANGUARDIA científicos alemanes confirmaron que el tiempo se mueve más lento en un reloj en movimiento, que en uno que esta fijo en algún lugar y, confirman la teoría de que una persona que viaja en una nave de alta velocidad, envejecería más lentamente que la gente que vive en la Tierra. Einstein predijo la dilatación del tiempo.

Los acontecimientos múltiples que han marcado la historia de la humanidad, se cuentan por años, décadas, siglos, milenios. El tiempo y la velocidad son marcas indelebles en la piel de los acontecimientos de larga duración, de coyuntura, cuando el cambio es perceptible, o bien, cuando los relatos de las hazañas de los pueblos, configuran las épocas de principio a fin, en un constante fluir de la historia del tiempo, que es la historia misma de la humanidad.

Los lideres consientes o no, son responsables de la forma en que transcurre la vida, en comunidades y naciones, del tipo de gobiernos que se tienen, responsables de cuanto ocurre en nuestras vidas. Nosotros mismos, nadie más, los ciudadanos tenemos ahora más que nunca, la responsabilidad de intervenir en las decisiones que otros toman en nuestro nombre para proteger el futuro de nuestros pueblos.

Ya quedó atrás la época de la inquisición que decidía en su tribunal eclesiástico, quienes eran los condenados a muerte, para que la autoridad secular se encargara de la ejecución de la sentencia.

No queremos que ese tiempo regrese. Ahora con máscaras y disfraces diferentes, pero con la practica de métodos y conjuros similares, basados en la permanente manipulación de la verdad y la ignorancia del pueblo. Solo dos posibilidades anunciaban; el paraíso prometido o el ardiente infierno. 

En aquellos tiempos, se advertía; estás con la iglesia, sumiso y obediente, para ser aceptado en el reino de los cielos, o de lo contrario, siendo hereje, será condenado a la hoguera. 

En nuestros tiempos, desde el púlpito presidencia se advierte a las multitudes; estás conmigo o en contra mía. Si estás conmigo, tu lealtad deberá ser ciega e incondicional.

Por el contrario, si estas contra mí, serás fusilado simbólicamente en el Hemiciclo a Juárez por corrupto, conservador y traidor a la patria.

En el pasado, nadie podía contra la santa inquisición, sin embargo, llegó, tarde, pero llegó, la abolición de la inquisición cambio la historia.

La Cuarta Transformación como todo, también tendrá a tiempo, sus recompensas y castigos. 

Los ciudadanos deberán tomar cartas en el asunto, nadie más. Ejercer su derecho al voto, es crucial ejercerlo y utilizarlo para mantener inalterables equilibrios y certezas ciudadanas, con la solidez de los contrapesos institucionales que garanticen equilibrio gubernamental y contengan abusos e injusticias. No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague 

El tiempo transcurre infalible. A su velocidad acostumbrada. Las próximas elecciones en el Estado de México y Coahuila son cruciales para el futuro de México. Se acercan ya. El futuro de México se juega en esta partida. El tiempo transcurre, y a los ciudadanos, corresponde aprovecharlo integralmente, antes de que sea demasiado tarde.

POR FERNANDO ALBERTO GARCÍA CUEVAS

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