MUJERES EN ACCIÓN

Un trabajo desvalorizado

El sexo femenino se ha enfrentado a desigualdades sistémicas durante años

OPINIÓN

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Laura Esquivel Torres / Mujeres de Acción / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En México se han registrado 1.8 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado, de las cuales, el 88% son mujeres. Es claro que es una labor que socialmente se ha feminizado porque se ha pensado, durante siglos, que el trabajo de cuidados, aseo o asistencia es “algo de mujeres”.

Las historias de las trabajadoras del hogar son diversas. Recuerdo la de Lety, que a los nueve años comenzó a trabajar en casas con empleadoras que le daban comida podrida, no le permitían usar el baño y la ponían a cuidar a adultas mayores o niñas de su misma edad. Con pagos mínimos mensuales, sin poder estudiar ni descansar. Lety, después de muchos años, se dio cuenta que sus condiciones laborales no distaban mucho de la esclavitud.

En promedio, las personas trabajadoras del hogar ganan $38 pesos la hora, es decir, $304 pesos diarios. 99 de cada 100 prestan sus servicios sin un contrato escrito, solo 4 de cada 100 tienen acceso a servicios de salud y 28 de cada 100 tienen algún otro tipo de prestaciones, como aguinaldo y vacaciones.

Trabajan regularmente 30 horas semanales, el 6.2% tiene un segundo trabajo y la edad media es de 44 años. Mis paisanas, las trabajadoras del hogar en Michoacán son las que más trabajan en la informalidad.

A días de conmemorarse el Día Internacional de las trabajadoras domésticas, es importante reconocer que el trabajo del hogar es un trabajo con gran valor que durante décadas se ha minimizado. No por nada las tareas del hogar y de cuidados alcanzaron un valor en la economía mexicana de 6.8 millones de pesos, lo equivalente al 26.3% del Producto Interno Bruto (PIB), en 2021. Las mujeres aportaron 2.6 veces más valor económico que los hombres y eso que únicamente estamos hablando del trabajo del hogar no remunerado.

Esto posicionó a este sector por encima de los considerados como “los principales” dentro de México, tales como el comercio que aporta el 20% del PIB, el de industrias manufactureras con el 18% y el de servicios inmobiliarios con el 10%. Sin embargo, esa no es la única razón del por qué el trabajo del hogar, remunerado o no, es lo que realmente sostiene a la economía mexicana. El valor detrás de los cuidados, el aseo y la asistencia, va más allá de lo económico.

Es valor público, social y humano que ayuda día a día a otras mujeres a incorporarse al mercado laboral beneficiando a niñas, niños y adultos mayores que están también bajo su cuidado.

Hace poco conocí a Marcelina Bautista, Fundadora y directora del Centro Nacional para la capacitación, profesional y liderazgo de las empleadoras del hogar, a quien desde ese día admiro y le agradezco su activismo y su lucha para que los derechos de estas mujeres se respeten. Marcelina no debe ser la única que luche por eso, todas y todos tenemos la responsabilidad de tratarlas con dignidad y respeto, de saber que tienen derecho a 9 horas de descanso nocturno continuo, día y medio de descanso semanal, de proporcionar una habitación cómoda, higiénica, con alimentación sana y suficiente, en caso de ser trabajadoras de planta, y de otorgar lo correspondiente a la ley y ni hablar sobre respetar sus condiciones e identidades.

Laura Esquivel Torres

Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer en el CEN del PAN