El incremento de la desigualdad y la pobreza, que afecta a millones de personas en situación vulnerable; y el deterioro de la democracia, que amenaza nuestras libertades y derechos fundamentales, es el costo más alto que hemos tenido que pagar por la incapacidad y el autoritarismo de un gobierno que, además, quiere mantenerse en el poder al precio que sea.
Resolver la creciente desigualdad y garantizar el futuro democrático del país, es condición indispensable para lograr el crecimiento económico y el desarrollo integral del país. Solo un cambio de rumbo en la dirección correcta nos permitirá aprovechar las ventajas del acomodo mundial de la economía y crecer en capacidades para aliviar el dolor que lastima a las familias y comunidades más pobres. Este ha sido el impulso y el motivo más sentido de la propuesta de país que presentó Unid@s, la agrupación ciudadana convocante de la Marea Rosa.
Luego de meses de elaboración y de un ejercicio de consulta, diálogo y propuesta con más de doscientos mil ciudadanos a través de múltiples foros y plataformas, se registraron 270 propuestas de políticas públicas, entre las que destacan 32 líneas de acción orientadas a: promover el desarrollo social solidario, con igualdad y mayores apoyos para las familias; impulsar una economía dinámica, inclusiva y sustentable, con más oportunidades para quienes menos tienen; alcanzar un Mexico más justo y seguro que garantice el acceso de todos a la justicia y combata la corrupción e impunidad; consolidar un país democrático, que aliente la participación ciudadana, el fortalecimiento de las instituciones y la integración de gobiernos de coalición que representen los intereses de la sociedad.
La presentación de la propuesta y el debate sobre su contenido es el primer paso para la construcción de la alternativa democrática de cara a las próximas elecciones. La emergencia nacional que vivimos, ante el fracaso y el autoritarismo del gobierno, exige una propuesta responsable y representativa, capaz de poner en movimiento la fuerza social y la reserva moral de nuestro país.
El segundo paso, es el compromiso de los aspirantes a los distintos cargos de elección popular, en especial, del candidato a la presidencia de la república, para incorporarla como parte sustantiva de la agenda de los futuros gobiernos de coalición y de la agenda legislativa de la alianza democrática federal y en los estados.
El cambio que se propone es un nuevo acuerdo ciudadano y político, que permita la alternancia a gobiernos de coalición y la reconstrucción del país. La propuesta anima a trabajar juntos para que nadie se quede atrás y a luchar unidos en defensa de nuestras libertades.
En breve sabremos si las fuerzas políticas que integran la alianza democrática estarán a la altura de las circunstancias. Tan pronto pasen las elecciones del Estado de México y Coahuila, verificaremos si modificarán sus métodos de selección de candidatos para impulsar una candidatura única de la oposición; también, si se abrirán a la propuesta ciudadana de país que se ha presentado.
Concretar un método abierto de selección de candidatos, comprometerse con una propuesta representativa de los anhelos de la ciudadanía y motivar la participación ciudadana y el voto, es el camino para lograr, con la participación de todos, el cambio que necesita el país. Aún es tiempo.
POR MARCO ADAME
ANALISTA Y CONSULTOR POLÍTICO
PAL