COLUMNA INVITADA

Comprender el mundo, la actualidad y el rol del gobierno

México, Francia, Estados Unidos, China o Rusia están redimensionando la democracia y la están adaptando a sus necesidades

OPINIÓN

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Martha Gutiérrez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Francia está sumida en una plaga de protestas. El “pueblo” reclama el alza en la edad para retiro. Después de meses de reclamos, marchas y protestas la tensión llegó al punto límite en esta semana con violencia incluida en Paris.

Recordemos que la izquierda y las movilizaciones en Francia no tienen nada que ver con las que observamos en México o en la “izquierda latinoamericana”. Allá la izquierda en términos conceptuales e ideológicos si es de verdad y no sólo una narrativa para intentar aproximarse a la población.

Los sindicatos, también son reales y fuertes -a diferencia de los órganos y pseudo sindicalismo mercantil que se vive en nuestro país, allá salen a las calles en la capital de Francia.

No es la primera vez que protestan en contra de Macron -que puso en riesgo su primer mandato, pero si está a solo 9 votos de la decisión en el legislativo de no confianza, y ya amenazan con acudir al poder judicial para que además intervenga en el ascendente conflicto social. Macron afirma que se encuentra en la remodelación del modelo social en Francia y que esta medida impopular deberá ser parte de las decisiones más importantes para el pueblo francés. Dicha cuestión se ha vuelto fundamental en la ruta que tomará el país europeo, principalmente, porque Macron perdió el año pasado una votación crucial en la Asamblea Nacional en la que pretendía evadir la necesidad de acudir al propio parlamento para de esta forma tomar la decisión de manera unilateral.

Ahora, lo ha hecho y las consecuencias ya se sienten en la calle y los barrios.

Justamente se vuelve relevante la discusión porque una y otra vez observamos como los distintos modelos de democracia constitucional se encuentran ante retos que poco medimos a nivel comparativo y que además poco comprendemos. Siempre tendemos -fundamentalmente los periodistas u opinólogos- a llevar a cabo comparaciones simples respecto de actos en lo particular, sin comprender el propio sistema que hemos diseñado y que la historia demanda.

Este jaloneo termina indudablemente en las calles cuando el poder ejecutivo establece un mandato de fuerza, basado en una supuesta legitimidad y credibilidad, y cuando las minorías organizadas responden a tal efecto. Ya sea como móvil político o como causa real de las agendas y principios políticos. Lo que observamos en Francia es una tensión bastante común e incluso natural entre el poder ejecutivo y los adversarios de Macron, y las fuerzas movilizadoras de Francia. No vemos a nadie con miedo a su propia democracia y al modelo que han elegido de gobierno.

Dicha medida traspolada y sin las movilizaciones, se compara a la suspensión que otorgó el ministro Laynez al plan B de la reforma electoral y que vuelve el centro de atención el modelo de democracia en México. Hoy, la corte se mueve a una franca politización del poder judicial como único frente adversario del Presidente de la República y el hyperpresidencialismo que viene de vuelta con fuerza. En virtud de la nula presencia de la oposición, y su absoluta incapacidad de movilización, organización o liderazgo que pueda con narrativa, movimientos sociales, o fuerzas externas (incluyendo a los timoratos empresarios) la SCJN ha tomado el rol político y de contrapeso. en el país.

La ministra presidenta Norma Lucia Piña a su vez ha empoderado a sus ministros aliados y defiende la inusual suspensión que concedió a una ley, porque históricamente era absolutamente inaudito conceder dicha medida en contra de la aplicación de toda una norma general, por las gravísimas consecuencias que traía aparejada la medida. A pesar de ello la corte ha dado un giro muy fuerte en el asunto y dictó la medida cautelar con base en una fuente política, y no una fuente legal, que se basa en la organización del Instituto Nacional Electoral.

En realidad, lo que se coloca de nueva cuenta en el centro de atención son las tensiones naturales dentro de la democracia constitucional y que no tienen mayores consecuencias que la redefinición de los límites y sus efectos. Es decir, es absolutamente normal, usual, e incluso necesario que esto ocurra y exista. En los Estados Unidos es muy común dicha tensión entre estos órganos y Donald Trump estiró la liga más que nadie en este siglo.

¿A dónde nos lleva toda esta lógica? A que México, Francia, Estados Unidos, China o Rusia están redimensionando la democracia y la están adaptando a sus necesidades. Ya no es regla la vieja y tradicional concepción tripartita del poder (legislativo, ejecutivo y judicial) con la acostumbrada limitación en sus funciones y roles.

Es por ello, que hoy más que nunca insistimos en la necesidad de un cambio de oposición, no hace ni falta describir lo que sucedió esta semana en el Senado y el PRI- o la inexistencia del PRD, o el fracaso del PAN. Necesitamos personas que comprendan al mundo del siglo XXI y que relancen a la democracia mexicana ajustadas a las necesidades internacionales, la tecnología y las demandas sociales.

Es decir, los que están son viejos, aburridos y retrasados. Y los que están en Morena, todavía sirven menos que la oposición. El único que canta hoy en día es el Presidente y queda mucho a deber. Por otra parte necesitamos urgentemente replantear el modelo de partidos, que a decir verdad, hace muchos años dejó de servir en México.

Y no es pregunta.

MARTHA GUTIÉRREZ

COLABORADORA

@MarthaGtz

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