La industria de la moda también se preocupa por el medio ambiente. Leemos por todos lados de la moda sostenible, pero ¿cómo saber si es moda sostenible o no? Demos un viaje por la historia y desde 1980 surge la preocupación por el medio ambiente y por el impacto de las fibras utilizadas por las marcas. El movimiento de la moda sustentable está entrelazado con el movimiento ambientalista moderno gracias al libro Silent Spring de la estadounidense Rachel Carson. Aquí detalla lo grave de la contaminación por productos químicos y que es relevante para el impacto social de la moda y ambiental.
Prolongar el valor de las prendas, darle más tiempo de vida a los materiales, reducir el daño ambiental por el consumo y por la producción, son algunos de los objetivos de la sostenibilidad.
Para saber si una marca es verdaderamente sostenible les recomiendo que vean el porcentaje de reciclado en su etiqueta. Otra cosa que tienen que revisar es si la prenda es biodegradable, ya que después de usarla se podrá eliminar por completo sin dejar restos de plástico u otros materiales nocivos. Y por último verifiquen que realmente la marca cumpla con los sellos de moda sostenible como son PETA, Made in green, Textile exchange y otros. Una marca es sostenible cuando protege al medio ambiente, al desarrollo social y al crecimiento económico.
Magic Waves utiliza materiales reciclados como las botellas PET. Reducen el uso de agua y de energía y ayudan a limpiar las playas.
Sentient es una marca creada por la mexicana Jimena Suárez. Su propuesta es ropa fabricada con materiales como pieles hechas de nopal que cuenta con certificados ecológicos.
Elementa promueve el comercio justo y utiliza textiles sostenibles e innovadores como materiales provenientes de una fuente orgánica como es el bambú.
Mirago fue diseñada por Mariela Noval y es cien por ciento mexicana. Sus bolsas están libres de químicos, elaboradas con piel vegana.
Soko produce joyería hecha a mano, lleva la moda sostenible y utiliza tecnología móvil.
Karun ha sido referencia en la industria de la moda por sus lentes de sol de madera de origen sostenible del sur de Chile.
No necesitamos llenar nuestro clóset con ropa nueva, investiguen de qué están elaboradas sus prendas, la historia de la marca y de sus creadores. Seamos más conscientes al consumir, compremos menos y hagamos que dure la ropa más tiempo. Vale la pena el costo extra de la moda sostenible, pero al final de todo será un apoyo al slow fashion. Promovamos el reciclaje, el consumo de la ropa vintage y el intercambio de prendas. ¿Podremos cambiar nuestros hábitos de consumo? ¿Se fijarán en las etiquetas antes de comprar?
POR MOLÉN ANTOLIN
COLABORADORA
MAAZ