DESDE AFUERA

EU: religión, política y violencia

3 de cada 10 estadounidenses están de acuerdo que la situación de su país es tan mala que necesitan un líder dispuesto a romper las reglas si eso la resuelve

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Puede parecer otra cosa, pero de hacer caso a la demografía, las protestas de partidarios de Donald Trump y los actos y amagos de violencia por grupos derechistas blancos son síntomas de cambios históricos.

En los últimos 30 años, se ha impuesto una narrativa en la que los estadounidenses religiosos, especialmente los evangélicos, se encuentran bajo ataque de sectores laicos o laicistas, antirracistas y partidarios de la inmigración, del aborto y, por tanto, afines a posiciones liberales o "de izquierda".

El código implica que los estadounidenses protestantes y, especialmente evangélicos, componen buena parte de los sectores blancos de clases media y baja, mayormente rurales o de viejas regiones industriales, abandonados en una economía globalizada y tecnificada. Son también los más sensibles a los reclamos del nacionalismo cristiano y grupos conspiracionistas como QAnon.

Y hoy por hoy, proTrump y el grupo dominante en el Partido Republicano.

Su problema es que las minorías étnicas en conjunto serán la mayoría en unos años. Los blancos protestantes anglosajones, como ha sido la tradicional definición del grupo, son cada vez menos, tanto en términos absolutos de población como de porcentajes.

Y quizá peor aún para ellos, en términos ideológicos.

"No muchos jóvenes de 20 años (parte de la generación más diversa e inclusiva de la historia, inmersa en la ciencia y la tecnología del clima) saltarían ante la perspectiva de vivir en un Estado donde el aborto es inalcanzable, los homosexuales son condenados al ostracismo y el secularismo es criticado", escribió Jennifer Rubin, una analista especializada en temas conservadores, en The Washington Post.

Pero 3 de cada 10 estadounidenses están de acuerdo que la situación de Estados Unidos es tan mala que se necesita un líder dispuesto a romper con las reglas si eso la resuelve.

Asimismo, 1 de cada 5 cree que "los patriotas estadounidenses podrían tener que recurrir a la violencia para salvar al país". 

En 2006, los protestantes evangélicos blancos eran 23% de los estadounidenses. Para cuando Trump llegó al poder, en 2017, sus números se habían reducido a 16.8% y hoy, en 2023, son sólo 13.6%.

Según un análisis del Instituto Público de Investigación sobre Religión, la pérdida se debe a varios factores, incluso que su promedio de edad es mayor que el resto de los estadounidenses. En otras palabras, más "maduros" y viejos  que jóvenes. 

Puede decirse, además, que muchos estadounidenses prefieren hoy definirse como cristianos no-denominacionales que específicamente protestantes, evangélicos o católicos.

El hecho es que "nadie puede afirmar ser un defensor patriótico de la democracia cuando decide que su número decreciente justifica la supresión antidemocrática de votantes o incluso la violencia", anotó Rubin.

Pero no desaparecerán sin pelear.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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