COLUMNA INVITADA

Fake news: Información vs inteligencia

Este episodio confirma la importancia en el manejo de la información y el desarrollo de la inteligencia estatal

OPINIÓN

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Juan Luis González Alcántara / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La definición de vencedor de la Primera Guerra Mundial se debió en forma determinante por la entrada de Estados Unidos. Una de las razones que propiciaron sacar del estado de neutralidad y de la paz wilsoniana al gigante dormido, fue el mal manejo de la información de los alemanes contra la pericia británica de inteligencia militar. Todo resumido en una comunicación: el célebre telegrama Zimmermann.

El profesor de Cambridge Christopher Andrew reseña con sazón en su libro The Secret World: A History of Intelligence el dramático suceso Zimmerman. El Room 40 era la oficina de criptoanálisis del Almirantazgo británico, a cargo de Sir Reginald Hall quien, junto con el criptógrafo Nigel de Grey, lograron decodificar un telegrama que el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Arthur Zimmermann envió al embajador del II Reich en México. En caso de que EUA no se mantuviera neutral ofrecía el Imperio Alemán una alianza para hacer “guerra y la paz juntos”, con un generoso apoyo financiero y estratégico: entre Alemania, Japón y México. Partían de que nuestro país reconquistará el territorio perdido en la guerra del 47 de Texas, Nuevo México y Arizona. El dichoso telegrama instruía al embajador concertar una alianza militar con México, para que se atacara a Estados Unidos.

Hall y Grey vieron la oportunidad dorada para involucrar en la guerra a Estados Unidos; no obstante, el dilema de los británicos era: dar a conocer que podían descifrar los códigos alemanes, sí se descubría eso los cambiarían, sería empezar de cero en la labor de inteligencia. A pesar de ello, decidieron hacerlo público: el telegrama llenó las primeras planas de todos los diarios de la época. En tres meses, Estados Unidos cambiaría el balance de la Gran Guerra.

Este episodio confirma la importancia en el manejo de la información y el desarrollo de la inteligencia estatal.

El mundo contemporáneo se mueve ya en una dimensión infocrática, como lo señala el profesor coreano Byung-Chul Han, quien distingue entre decisiones asumidas por racionalidad y aquellas tomadas por inteligencia. Las primeras exigen un tiempo de reflexión, están destinadas a un largo plazo; mientras las segundas son respuestas rápidas para el corto plazo.

Por eso, la racionalidad discursiva se ve amenazada por la comunicación afectiva, esto es, hay comunicaciones que nos alteran emocionalmente –cuya racionalidad brilla por ausencia– en razón de la rapidez con la que acontecen. Textual señala Han: “en las comunicaciones afectivas, no son los mejores argumentos los que prevalecen, sino la información con mayor potencial de excitación”. Aquí es donde entran las fake news: en la inmersión de la rapidez comunicativa la racionalidad se evapora y se incita a la reacción emotiva.

El problema crece cuando los gobiernos son los promotores de noticias falsas, de azuzar las emociones demagógicas de su población y de estimular las mentes febriles. Baste recordar la batalla de tuits de Trump en el proceso electoral presidencial de 2020, que llevó a una crisis constitucional en Estados Unidos y, francamente, a una especie de fracasado golpe de Estado
Claro, cosa muy distinta fue cuando por el telegrama Zimmermann, Estados Unidos se unió a la conflagración y permitió a Hall y Grey celebrarlo con champaña.

POR JUAN LUIS GONZÁLEZ ALCÁNTARA
MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

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