COLUMNA INVITADA

Decreto del litio, comparado con expropiación petrolera

La derecha comulga aún con ideas y doctrinas fascistas de los años 30; AMLO cuida la explotación del mineral

OPINIÓN

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Julio César Moreno / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El litio en el mundo se ha convertido en la materia prima clave para el desarrollo de la industria nuclear, automotriz y electrónica, por ello, gobiernos y empresas, pelean para explotar y controlar su producción, así como las reservas de este mineral con fines económicos.

Por su importancia, este elemento de la tierra ya es catalogado como el oro blanco por su capacidad para almacenar energía.

Este es un factor primordial para los fabricantes de tecnología móvil lo que lo convirtió en el recurso de mayor demanda y que de acuerdo a expertos.

Nuestro país cuenta con poco más de ocho millones de toneladas de carbonato de litio, lo que nos coloca como uno de los países que cuenta con mayores reservas de este producto en el mundo.

La riqueza de este recurso con la que cuenta México despertó el interés de propios y extraños, como Elon Musk, el hombre más rico del mundo, empresario sudafricano que tiene más firmas como Tesla, SpaceX y recientemente adquirió la red social Twitter.

De tal manera que invertirá cinco mil millones de dólares para construir la planta Tesla más grande del mundo en territorio nacional, específicamente en Santa Catarina, Nuevo León, por lo que la firma del decreto por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, para nacionalizar el litio mexicano, es un acto que se ha comparado con la expropiación petrolera, que en su momento hiciera el general, Lázaro Cárdenas.

Dicha comparación no podía ser mejor, ya que fue en 1938 (año de la expropiación petrolera) cuando México enfrentaba a una oposición ultraconservadora que comulgaba abiertamente con ideas nazis.

Uno de sus objetivos era el derrocamiento de Lázaro Cárdenas, pues desde el inicio de su gobierno se dedicó a fortalecer al erario nacional y terminar con privilegios de unos cuantos, lo que causó mucha incomodidad a las élites de aquellos tiempos.

Por ello, bien cabe citar aquel dicho que dice que: Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla… y si tomamos en cuenta que en la actualidad, la derecha mexicana sigue comulgando con las mismas ideas doctrinas fascistas de los años 30, entonces el decreto de López Obrador, además de representar la máxima expresión del nacionalismo de la actualidad, también es una acción preventiva que evita que este recurso pueda ser explotado por empresas, o gobiernos extranjeros como sucedía anteriormente con el petróleo.

Sin lugar a dudas, y a pesar de los malos augurios de algunos personajes de la oposición, en el sentido de que México no cuenta con la tecnología para el aprovechamiento del litio, con la nacionalización de este recurso, nuestro país, contará con una nueva paraestatal que administrará el nuevo oro blanco, que año con año aumenta su valor y su importancia, por ser un elemento fundamental en el desarrollo de las industrias del mundo, y que López Obrador bien supo colocar a México como un detonador de dicho avance tecnológico, fortaleciendo de esa manera la soberanía nacional.

POR JULIO CÉSAR MORENO

DIPUTADO FEDERAL DE MORENA

@JULIOC_MORENO

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