AGENDA LEVANTINA

¿Con Rusia o con Occidente?

A un año del inicio de la invasión rusa a Ucrania, una mayoría en Medio Oriente y Latinoamérica se aferra a la ‘neutralidad’

OPINIÓN

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Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Fuera del mundo occidental, en la mayoría de los países, la guerra en Ucrania y la amenaza rusa interpelan poco. 

La narrativa rusa que culpa del conflicto a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa del Este sigue siendo popular. 

La mayoría de las naciones árabes prefiere aún negociar equilibrios a tomar una posición clara, con todo y ser socios estratégicos de Washington y de la existencia de drones iraníes en suelo ucraniano. Así, aunque el 2 de marzo de 2022 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, 16 de los 22 miembros de la Liga Árabe votaron a favor de una resolución que condenaba la agresión rusa; sólo Siria, Irak y Sudán se opusieron. 

Por su parte, los gobiernos latinoamericanos –salvo Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, que apoyan abiertamente al Kremlin–, defienden una supuesta neutralidad, por ejemplo, con la firma de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que condenan a Rusia como causante de la guerra, y rechazan medidas de mayor alcance como sanciones económicas o el envío de armas a Ucrania. 

En el plano de las sociedades, a pesar de sus errores militares y de las repercusiones económicas mundiales de su acción, el mandatario Vladimir Putin se beneficia de un club de fans; entre algunos sectores en Latinoamérica y el mundo árabe despierta respeto, por "sus orígenes humildes", "su fuerza", su "independencia frente a Estados Unidos y Europa"; también por aparecer, ante los ojos de algunos sectores sociales en Medio Oriente, como defensor del orden patriarcal y religioso. 

Los gobiernos aquí y allá justifican su posición intermedia evocando el apremio que enfrentan sus economías de diversificar asociaciones. Lo cierto es que la guerra ha incidido en ambos continentes en diversos grados en las economías, con el rebote inflacionario provocado por el alza en el precio de las materias primas y en la pugna geopolítica por el acceso a recursos energéticos. 

Más aún, algunas dictaduras, como la venezolana, se reevalúan, por el valor de su petróleo; y como la siria, por su peso geoestratégico. Sólo Israel ha mostrado signos de apoyo a Kiev, que puede materializarse debido a la creciente relación militar entre Irán y Rusia. 

Latinoamérica y Medio Oriente han mostrado falta de unidad y déficit de liderazgo. 

Para la primera, esto resulta en ausencia de peso internacional. Sin duda, sobran los motivos, particularmente en el mundo árabe, para querer cuestionar el orden internacional dominado por Estados Unidos y potencias europeas. Sin embargo, para gobiernos y poblaciones de ambas regiones, una victoria del presidente Putin tampoco señala una alternativa más estable. 

 

MARTA TAWIL

IINVESTIGADORA DE EL COLMEX

LSN