COLUMNA INVITADA

¿Cuál transparencia?

La transparencia en México es políticamente correcta, pero electoralmente inconveniente. Los actores la incorporaron a sus discursos de dientes para afuera

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Andrés Manuel López Obrador objetó los nombramientos de Rafael Luna y Yadira Alarcón como comisionados de INAI. Dijo que utilizó esta atribución constitucional, porque las personas designadas no fueron las mejor evaluadas y porque dichos nombramientos fueron productos de un reparto de cuotas.

AMLO hizo bien al objetar, que es diferente a vetar, estos nombramientos del Senado. Dicen en mi pueblo que se vale ser tragón, pero no tan trompudo. El Presidente hizo eco de la oposición de la mitad del Grupo Parlamentario de Morena a estos nombramientos.

El amor, el dinero y la cercanía no puede ocultarse. Las cosas fueron más o menos así: Rafael Luna no sólo fue el penúltimo peor evaluado de los aspirantes, motivo en sí mismo suficiente para no ser considerado, además está su paso por el PRI y otros partidos; así como su cercanía actual con Ricardo Monreal.

En reunión hipercerrada del grupo parlamentario de Morena, su coordinador pidió el voto a favor de Luna. La propuesta fue rechazada por la mitad del grupo, la rebelión estuvo encabezada por Cesar Cravioto y José Narro. El tema se votó y la propuesta del coordinador ganó por un voto. Acto seguido y ante el temor de una votación dividida de Morena, Monreal negoció con el PAN. En el pleno, más de 30 senadores morenistas votaron en contra.

¿La objeción del Presidente provocó una crisis constitucional? No, pero el Senado tiene que ocuparse y asumir su responsabilidad. Antes de Semana Santa, el Senado tendrá que enviar una nueva propuesta, subrayo nueva, no vaya a ser el Diablo que nada más cambien un nombre. Si el Presidente volviera a objetar, el Senado podría nombrar por sí sólo a estos dos comisionados. El tema de Francisco Javier Acuña, que termina su periodo en este mes, se cocina aparte.

En los próximos días, lo que queda del INAI presentará una controversia constitucional para que el órgano garante del acceso a la información y de protección de datos personales cumpla con sus funciones.

Desde hace años, la transparencia en México es políticamente correcta, pero electoralmente inconveniente. Los actores políticos la incorporaron a sus discursos, pero sólo de dientes para afuera. Caras transparentes, almas opacas.

El INAI no está tan mal como dice AMLO, ni tan bien como dice la oposición. Es un eslabón más en el complicado enjambre de intereses políticos. La transparencia, el acceso a la información y la protección de datos son temas fundamentales de nuestra democracia que merecen una visión de Estado por ahora ausente en el gobierno y la oposición. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.

PD. La objeción del Presidente cayó tan mal en la coordinación de Morena que el secretario técnico guinda y persona cercana a Monreal gritó a todo pulmón maldiciones a AMLO en los pasillos del Senado. Así las cosas.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO

@ONELORTIZ

MAAZ