APUNTES DE GUERRA

¿Al grito de guerra?

A raíz del discurso más humanista de Joe Biden en materia migratoria, todo lo que sucede en la frontera se lo cargan al Presidente

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El reciente aluvión de críticas al gobierno mexicano por parte de algunos legisladores, comentaristas y medios estadounidenses ha caído como balde de agua fría en el difícil escenario de la relación bilateral, pero no es sorpresa.

Lo que parecería un estallido de indignación a raíz del trágico secuestro/asesinato en Matamoros, es parte del repertorio de los sectores más conservadores de EU. Las palabras clave parecen de manual: migración, mano de obra barata que roba empleos, falta de integración/asimilación, pandillerismo, narcotráfico y violencia criminal.

Aún si hay un obvio motivador xenofóbico/racista, una parte de estas frecuentes campañas tiene que ver con la agenda de política interior estadounidense, y el calendario electoral juega un papel determinante.

Para los Republicanos en general, y los Trumpistas/DeSantistas/Abbotistas en particular, la frontera EU-México ha sido una mina de oro propagandística en los últimos dos años y pico. A raíz del discurso más humanista de Biden en materia migratoria, todo lo que sucede en la frontera se lo cargan al presidente, y la realidad de una crisis migratoria y humanitaria pocas veces antes vista hace que esto resuene muy bien en medios conservadores como Fox, Breitbart y Newsmax, además de un sector de la comentocracia washingtoniana.

Si sumamos la crisis provocada por el fentanilo, que en 2022 mató a más de 70 mil estadounidenses, tenemos el ambiente idóneo para la crítica al gobierno de México y sus percibidos como pocos resultados en cuanto al combate a los cárteles. Agregando todo lo recientemente divulgado en el juicio de Genaro García Luna, la narrativa del fracaso histórico mexicano no se complica. 

Consideremos: primero, la corresponsabilidad estadounidense al no poder controlar en su propia frontera la entrada de drogas y precursores químicos, ni la salida de armas de alto poder y efectivo en cantidades industriales.

Segundo, la ineptitud o complicidad de autoridades estadounidenses al haber confiado y colaborado ciegamente con los García Lunas de este lado de la frontera.

Tercero, el absurdo planteamiento de la acción militar directa, cobijada o no bajo la denominación de los cárteles como organizaciones terroristas. Quien crea que unos misiles contra algún laboratorio van a hacer una diferencia en la guerra contra el narco bien haría en regresar a Afganistán, Irak, o cualquiera de los escenarios en que EU ha fracasado estrepitosamente.

Finalmente, habrá quien se pregunte por qué el presidente mexicano se ha enganchado de tal forma con legisladores estadounidenses de segunda o tercera fila que hacen burda propaganda electorera. La respuesta es fácil, para López Obrador, que había evitado el discurso ultranacionalista, es un regalo providencial: poner dura la pierna ante los Menéndez y los Crenshaws y hasta los Grahams tiene pocas repercusiones inmediatas y le abonará puntos de aprobación en México.

Nada quita lo serio y lamentable de la situación en que nos encontramos, peleando una guerra que solo parcialmente nos corresponde, con “aliados” que no hacen lo que les toca y que de paso nos insultan y agravian cada que pueden.

 

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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