DESDE AFUERA

A final de cuentas se trata de China

La visión estadounidense de Beijing es la de una potencia peligrosa, un competidor a nivel mundial en casi igualdad de circunstancias

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El mundo se encuentra en una nueva Guerra Fría, una que esencialmente enfrenta a los Estados Unidos con la República Popular China, como dos potencias casi iguales en lo económico y lo militar.

Y a diferencia de la primera, entre los Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética, cada vez es más difícil que otros países permanezcan al margen. La visión estadounidense de China es la de una potencia peligrosa, un competidor a nivel casi mundial en casi igualdad de circunstancias.

De acuerdo con la evaluación anual de amenazas, elaborada por la Oficina Nacional de Inteligencia (ONI) estadunidense, "Beijing considera que las relaciones entre Estados Unidos y China son cada vez más competitivas como parte de un cambio geopolítico de época y considera que las medidas diplomáticas, económicas, militares y tecnológicas de Washington contra Beijing son parte de una política estadounidense más amplia, en un esfuerzo para evitar el ascenso de China y socavar el gobierno del PCCh".

El mismo documento consignó que "Beijing está combinando cada vez más el poder militar creciente con su influencia económica, tecnológica y diplomática para fortalecer el gobierno del PCCh, asegurar lo que considera su territorio soberano y preeminencia regional, y buscar influencia global. El gobierno de China es capaz de aprovechar sus posiciones dominantes en cadenas de suministro globales clave en un intento por lograr sus objetivos, aunque probablemente no sin un costo significativo para sí mismo".  

Los dos párrafos hacen mucho por explicar las posiciones estadounidenses actuales, a comenzar su énfasis en la regionalización y la transferencia de cadenas de suministro ahora ubicadas en China. La misma razón espolea al gobierno chino a tratar de asegurar su posición predominante en el este de Asia. Por un lado, enfrenta un literal bloqueo estratégico marino, que podría romper si logra inducir a Taiwán, con zanahorias o con garrote, a aceptar la unificación a la que hasta ahora se opone.

"El control de Beijing sobre Taiwán, si tiene éxito en lograr su objetivo, probablemente tendría efectos de gran alcance, incluida la interrupción de las cadenas de suministro mundiales de chips semiconductores porque Taiwán domina la producción de chips de última generación", afirmó el análisis de la inteligencia estadounidense. Eso implica también iniciativas de comercio internacional e inversiones en países en desarrollo, como la nueva Ruta de la Seda y las propuestas de Desarrollo Global y de Seguridad Global.

China busca fortalecer su comercio y sus inversiones, aún cuando se retrajeron con la pandemia de COVID- 19, y como otras potencias han hecho antes, tratan de usarlas como herramientas de política internacional. Con su aparente respaldo a otros adversarios regionales estadounidenses, como Rusia e Irán, además, se plantea como un competidor serio para EU.

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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