SALTO CUÁNTICO

El enfermo sistema de salud mexicano

El lunes decidí hacerme otros RX para ver cómo había quedado mi mano debido a que nunca me mostraron las varias placas que me sacaron en el hospital

OPINIÓN

·
Karina Álvarez / Salto Cuántico / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Qué pensarías si te dijera que para qué un hospital público -como el de Rehabilitación de la CDMX, especializado en ortopedia-, opere una mano rota, le lleva de una semana a 15 días?

Claro que el servicio de salud en nuestro país está saturado, eso ya es normal, pero qué tal que además, los médicos, -sin juzgar sus talentos o no- omiten decirle a sus pacientes que si te quieres operar con ellos, deberás hacer una fila que puede durar entre una o dos semanas.
 
Hace unos días me rompí la mano derecha en una torpe caída, y puedo decir que viví en carne y hueso de lo que hablo. Les compartiré mi historia:

Resulta que llegué un jueves al área de urgencias del hospital de Rehabilitación por una caída. Tenía mucho dolor en la mano y rodilla derecha; la espera de 4 horas (se anticipa en la recepción) me llevó a RX, y pronto supimos que mi rodilla estaba bien, pero uno de mis huesos de la diestra estaba completamente roto.

La cosa es que el doctor que me atendió (no citaré nombres pues no se trata de quemar médicos sino de evidenciar al sistema), me dijo que requería cirugía, pero en ese momento -jueves- no había camas disponibles, por lo que debía esperar a la siguiente semana, en tanto, me acomodaría el hueso y me pondría una férula. Bueno, los gritos de dolor ya los imaginarán, además de la palidez, la frialdad corporal y las náuseas que genera eso. En fin, me mandaron a mi casa.

El lunes decidí hacerme otros RX para ver cómo había quedado mi mano debido a que nunca me mostraron las varias placas que me sacaron en el hospital. Entones resulta que mi hueso seguía exactamente igual que al principio, no me acomodó nada, al contrario, el dolor creció.

El martes, día que yo recordaba era la cita, regresé para ser operada, pero resulta que ese día no iban los médicos que me atendieron el jueves anterior y debía regresar el viernes; así lo hice. Una vez que logré ingresar, luego de 4 horas y media de espera, y con la firme intención de quedarme para ser operada, el cirujano me visitó y me explicó que era imposible que me operara en los siguientes días, pues había mucha gente esperando. 

Luego, la trabajadora social hizo lo suficiente para convencerme de que quedarme no era una opción: Debía esperar de una a dos semanas con la mano rota hasta que hubiera un espacio, pues por obvias razones en los quirófanos le dan prioridad a los casos urgentes, todos los gastos correrían a cargo del hospital, y además necesitaba de dos mujeres, menores de 60 años y sanas para que hicieran dos guardias, de 12 horas cada una, el tiempo que permanecería hospitalizada. Ah, y que una vez hospitalizada no podía echarme para atrás.

Nos dieron 5 minutos para pensarlo, literalmente hablando, y la señorita le pidió a mi madre que le avisara a su oficina la decisión. Claro que nos fuimos. Al final me tuve que operar por mi cuenta, pues ya llevaba 14 días con el hueso roto.

No sé cuál pueda ser la moraleja de la historia, pero sin duda es una situación jodida que padecen millones de mexicanos.

POR KARINA ÁLVAREZ
TWITTER: @KAFARK84  
CORREO: K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM  
INSTAGRAM. KAFARK

PAL