ANÓNIMO ERA UNA MUJER

Más que “El Cuerpo”

Raquel Welch tuvo que rentabilizar su físico y, pese al éxito, la actriz siempre vivió bajo la sombra de ser un 'sex symbol"

OPINIÓN

·
Melissa Moreno / Anónimo era una mujer / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con una carrera de más de cinco décadas, más de 30 películas y 50 programas de televisión, Raquel Welch forjó una carrera en Hollywood. Sin embargo, esta mujer, colocada como la tercera en la lista de las “100 más sexys del siglo XX” de la revista Playboy, declaró que nunca se propuso ser considerada así: “No sabía que iba a irrumpir en escena como un símbolo sexual […] quiero decir, mi primer papel fue el de una científica”.

Welch nació como Jo-Raquel Tejada en Chicago. Divorciada y madre de dos hijos conoció al exactor, convertido en agente, Patrick Curtis, quien impulsó su carrera y la convenció de asumir el nombre de Welch, para ocultar su origen latino. Después de varias películas de bajo presupuesto, logró un papel en The Handyman, junto a Elvis Presley, pero el filme que la hizo despegar fue Fantastic Voyage, de Richard Fleischer y One Million Years B.C. la volvió inolvidable. En la cinta, Welch tenía pocas líneas, pero aparecía en un diminuto bikini, por la cual fue nombrada como “El Cuerpo”.

“La ironía es que, aunque pensaban en mí como un símbolo sexual, yo sólo era una madre soltera de dos niños”, escribió en su autobiografía. Durante mucho tiempo expresó incomodidad con la representación que se hizo de ella e, incluso, dijo: “no fui criada para ser un símbolo sexual, ni está en mi naturaleza serlo”.

A la par, Welch tuvo excelentes actuaciones:

The Three Musketeers le valió un Globo de Oro. También abogó por sus derechos en Hollywood cuando en 1981, la MGM la contrató para protagonizar Cannery Row y a los pocos días fue sustituida por una actriz 15 años menor.  Así, se volvió estandarte de los derechos de las actrices, pero, aunque ganó la demanda, la industria la castigó y la relegó a la TV. Welch siempre quiso demostrar su talento y pudo hacerlo con sus actuaciones; sin embargo, nunca pudo hacer a un lado la etiqueta de sex symbol que se le asignó. Para bien o para mal.

POR MELISSA MORENO
MELISSA.MORENOC@GMAIL.COM
@MELISSOTOTOTA

PAL