AIRE PARA PENSAR Y DEJAR PENSAR

Conociendo a Leandro Erlich

Quien tiene la capacidad de duplicar la realidad y abrir más de un plano en el mismo plano, es un artista

OPINIÓN

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Paola Albarrán / Aire para pensar y dejar pensar / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En el PAMM, (Pérez Art Museum Miami) está Leandro Erlich, y para los que nos gusta el arte contemporáneo, es el Miguel Ángel de la actualidad, cambiando las reglas de este multiverso explorado a lo largo de la historia de la humanidad a lo que se llama arte.

Bien lo decía Proust: “Lo importante no es el paisaje que miras, si no los ojos con los que miras”, y es lo que de alguna forma es el fondo de la obra de este argentino que nos quiere transportar para ir más allá de lo aparente.

Artista es el que ve más allá de un pedazo de mármol una escultura. Pues es el punto de partida de cambiar una realidad.

Algunos ven un lienzo, y otros ven lo que hay en él. Algunos ven una persona, otros ven su potencial. Este hombre ve tanto más allá, que ve el reflejo de la obra de arte, su obra en sí. La obra está en la interacción de los espectadores con el espacio que queda plasmada por unos instantes.

Al conocer la obra de Leandro estás en un estado de alerta constante, sabes que Erlich va a jugar contigo, te va a engañar, va a buscar moverte de lugar, moverte de la zona confort en donde tu mente descansa y aquí, frente a sus obras, ¡despierta!

Objetos cotidianos, con los que convivimos en nuestro día a día, que te hacen ser parte de la escena en lo particular y en lo general. ¿Cómo podemos estar allá y aquí al mismo tiempo? Todo está unido, hilado, conectado, y aunque los espectadores nos sintamos tan diferentes, en el fondo nos sorprende lo mismo.

¿Cuál es tu percepción? Es la constante pregunta que te acompaña mientras descubres sus piezas.

Erlich es capaz de materializar una nube sin perder su esencia y su ligereza.

Es capaz de llevarte a un encuentro inesperado contigo mismo, al asomarte por una ventana para ver un jardín, lo último que esperas ver es a ti mismo. Verte a ti, como te ven los demás.

Una puerta cerrada que por la mirilla transporta a otra realidad. O hacerte jugar a través de unos vestidores infinitos donde te pierdes y te atrapa en un laberinto de cortinas y cuartos, que quitando los espejos, pasas de un espacio a otro cambiando de realidades.

En un salón de belleza, donde la belleza radica en la simetría, en la falta de reflejos, en la dualidad de la realidad, es borrar las barreras mentales establecidas por los bordes físicos que por cotidianidad te hacen pensar de la misma forma. Pero si quitamos un espejo nos abre un universo de posibilidades de poder ser parte, estar más allá de un sólo plano.

¿Nos divide un cristal? ¿Un espejo nos duplica la realidad? ¿O simplemente lo revela para ser conscientes de lo que proyectamos? ¿Existe más de una realidad?

Leandro Erlich es capaz de cambiar la percepción si estás adentro o afuera, mojado o seco. De desafiar las reglas básicas que obedecen a un orden universal, sin alterar la armonía de la famosísima piscina donde puedes respirar estando abajo del agua, sin siquiera mojarte.

La obra de Erlich es apagar la mente y abrir los sentidos, es aprender a mirar diferente con obras que te cambian la percepción de sentir, de mirar, de aprender, de ver la realidad.

POR PAOLA ALBARRÁN

paolaalbarran1@gmail.com
IG: @paolaalbarran

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