COLUMNA INVITADA

Alito fuera del PRI, Riquelme franco al tiro

A un poco más de cinco meses de la elección en Coahuila y diez meses de terminar su gobierno

OPINIÓN

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Sergio Soto Azúa / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A un poco más de cinco meses de la elección en Coahuila y diez meses de terminar su gobierno, el gobernador de Coahuila se ha convertido en la figura positiva del priismo nacional. 

Teniendo una imagen pésima el partido del centenario, en Coahuila aun queda algo de esperanza. 

Prácticamente desaparecido el partido rojo, donde históricamente han emanado los peores villanos mexicanos, pero también los grandes héroes que nos han incrustado en nuestras mentes desde los libros del sistema educativo mexicano. 

Curiosamente como ejemplo tenemos al presidente actual López Obrador, que en su narrativa el villano del pueblo es el PRI, pero uno de sus grandes ídolos es Francisco I. Madero (emanado del PCP, antes PNA) y por cierto, también coahuilense.

Los coahuilenses han sido parte fundamental en la construcción del país. Personajes como Madero, Carranza, Ignacio Zaragoza, Miguel Ramos Arizpe y Manuel Acuña. Son parte de las figuras que enorgullecen a los coahuilenses, pero también Coahuila tiene personajes de la actualidad que son un contraste en cuestión de prestigio y honor, como es el caso de Enrique Martínez y Martínez que es un símbolo positivo  y los famosos Humberto y Rubén Moreira. Símbolos de corrupción.

Curiosamente cuando un mexicano sale del país, lo que los extranjeros conocen de los mexicanos son dos personajes por los cuales preguntan: uno es “El Chapo” y el otro es “Chespirito” un contraste de lo bueno y lo malo. Y en el mismo caso, pero de los coahuilenses, conocen a Armando Fuentes Aguirre “Catón” por el lado positivo, y por el lado negativo siempre te mencionan a Humberto y Rubén Moreira. 

Miguel Riquelme ha logrado borrar la mala reputación de los Moreira que los ligaba al priismo coahuilense, tanto así que a medio año de la elección para su sucesión, prácticamente ya tiene a su “Delfín” ganado. 

Manolo Jiménez es un binomio de Miguel Riquelme. Prácticamente desde que Riquelme fuera gobernador se entregaron lealtad y compromiso. Ambos jugando en disciplina y orden, fueron venciendo cada uno de los obstáculos que se fueron presentando. El futuro les depara lo mismo, la llegada de Manolo Jiménez como gobernador de Coahuila, catapultará a Miguel Riquelme para que naturalmente sea el sucesor de Alito Moreno. 

Un Alito desgastado y sostenido con alfileres. Problemas internos y externos son los que lo han puesto al ojo de la opinión pública y de las autoridades. Grabaciones cínicas y desvergonzadas lo han delatado como todo lo relacionado a lo que asegura la oposición que es el PRI, sería testarudo y necio de parte de quienes respaldan a Alito no “tirar la toalla” y pedir la renovación de la dirigencia. 

Alito Moreno, Carolina Viggiano y Rubén Moreira son los que tienen secuestrado al PRI. Ni el grupo de Osorio Chong y los senadores priistas han logrado arrebatarles la dirigencia. Ni los malos resultados han motivado a Alejandro Moreno a desistir de su liderazgo. Pero todo por servir se acaba. 

Los resultados de la siguiente elección pondrán al gobernador de Coahuila en posición” franca de tiro”.

Como buen coahuilense tendrá que exigir la renovación del partido y el es el candidato natural para sustituir al señor de los escándalos Alito Moreno. 

Como dice la Máxima en Coahuila “El el norte se vale todo, menos perpetuarse”.

Ahora aplicará para el país y para Alejandro Moreno. 

En el PRI se vale todo, menos perpetuarse.

Sergio Soto Azúa
Director gral. de periódico Acceso

Twitter @sergiosotoazua

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