COLUMNA INVITADA

El bosque de las columnas, de Paloma Torres

Los observadores podrán gozar la experiencia de deambular entre senderos proto-naturales

OPINIÓN

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Luis Ignacio Sáinz / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El Museo Kaluz de Antonio del Valle Ruiz (empresario propietario de Mexichem y Grupo Financiero BX+) abre 2023 con una soberbia exposición de Paloma Torres: “El bosque de las columnas”, que pudiera aludir en su título igual a tótems y obeliscos. También estrenan director del recinto, el experimentado y talentoso Miguel Fernández Félix (titular en el pasado de los museos del Palacio de Bellas Artes y los nacionales de Arte y del Virreinato, así como del Dolores Olmedo Patiño).

La hacedora de formas imposibles ha comentado: “...reflexiono sobre la “columna”, porque es un elemento riquísimo, nos sirve para construir, siendo vertebral nos permite mantenernos erguidos; asimismo para muchas culturas constituye un marcador conmemorativo de acontecimientos y grabado en sus cantos cuenta historias; y finalmente como símbolo de un objeto de la naturaleza venerado por los integrantes de un clan o una tribu”.

La más exquisita de nuestras escultoras en barro que al paso del tiempo ha diversificado los materiales de sus soportes, utilizando tierras trasegadas de Zacatecas y maderas de cimbra, fustes de troncos derribados devenidos en leña que volvieron a la vida al ser ensamblados en morfologías originales, formando una floresta urbana instalada en un claustro secularizado cuyos deambulatorios bajo y alto funcionan de atalayas para los mirones que atisban presencias de objetos inquietantes y seductores, así como el tránsito de los visitantes.

Inmueble dieciochesco que en origen fuera la Hospedería-Hospicio de Santo Tomás de Villanueva de los frailes agustinos hasta 1836 cuando, sin utilidad para la congregación, se desentendieran del majestuoso edificio, degradado a vecindad, dando tumbos en su decadencia que parecía no tener fin sería hasta 1943, cuando se convirtió en Hotel de Cortés. Para 2016 su actual propietario lo restauró, que no conservó, encargando el proyecto de intervención al manierista Francisco Pérez de Salazar. La poligonal se amplió al agregarse un predio colindante al norte para fortalecer el depósito visitable de sus colecciones artísticas, amén de escenario para difundir el trabajo de los más destacados creadores de México y el mundo.

En el núcelo de este impresionante complejo constructivo donde han quedado sembradas las piezas, los observadores curiosos podrán gozar la experiencia de deambular entre senderos proto-naturales, auténticos andadores de aliento vegetal, lo que constata la importancia del desplazarse como un acto estético, ya que el paisaje se convierte en bien cultural. Evoquemos las reflexiones de William Hazlitt en “El arte de caminar”, donde “On Going a Journey” o “Dar un paseo”, nos permite atesorar y disfrutar “ese silencio no alterado del corazón” detonante del acto mismo de “desenredar a cada paso (el) misterio de nuestro ser”.

Además de las piezas concebidas y manufacturadas durante la pandemia, la muestra incorpora “Conjunto de paisaje”, de la colección permanente del MUAC de la UNAM, y “Evocaciones urbanas”, del fondo patrimonial de la Cancillería. Por lo anterior resulta obligada la visita a este espacio museográfico, localizado en avenida Hidalgo 85, esquina con Paseo de la Reforma, enfrente del templo de los santos Hipólito y Casiano, famoso por su capilla advocada a San Judas Tadeo, Centro Histórico, Ciudad de México, CP 06300.

LUIS IGNACIO SÁINZ
COLABORADOR
SAINZCHAVEZL@GMAIL.COM

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