EL FONDO DEL MEOLLO

Cruz Azul se está pudriendo

Cruz Azul se autodestruye. Porque de poco importó que compusiera el camino y lograra, después de 23 años y medio

OPINIÓN

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Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cruz Azul se autodestruye. Porque de poco importó que compusiera el camino y lograra, después de 23 años y medio, un título. De nueva cuenta se han empeñado en destrozar a este equipo, directivos que no son más que un grupo de mercenarios que lo único que les interesa es el poder, que el futbol está muy lejano de sus prioridades, y que la sed de revancha está presente en cada decisión tomada.

La Cooperativa, que se hunde por casos de corrupción e inestabilidad financiera, y una alarmante falta de innovación, se convierte en la pelea diaria por el poder. Víctor Manuel Velázquez es el nuevo Guillermo Álvarez de la empresa, y no ha podido solucionar ninguno de los graves problemas que le dejó su antecesor en el equipo de futbol. Descontrol, falta de liderazgo y gasto, mucho gasto, son las características de la actual directiva, una copia al carbón de lo hecho por los Álvarez, que más parecía que el objetivo era fomentar la economía del fracaso que ganar campeonatos.

Cuando intervinieron desde la Presidencia de la República, para tratar de solucionar los conflictos internos de la Cooperativa, lograron darle orden al futbol. Claro, hicieron lo que cualquier persona, con mínimo gramaje de inteligencia, haría: contratar a un especialista en el tema.

Así llegó Álvaro Dávila, emanado de la decisión de Julio Scherer, quien desde Palacio Nacional había sido designado para arreglar el caos empresarial de Cruz Azul. Scherer dejó el futbol en manos de quien sabe del negocio, y como por arte de magia, llegó el título derrotando a Santos Laguna en el Estadio Azteca, en la final del torneo Clausura 2021.

Claro, para poner a Dávila tuvieron que hacer a un lado a Jaime Ordiales, que manejaba todos los asuntos deportivos del equipo bajo la orden de Víctor Manuel Velázquez. Cuando se va el grupo de la 4T del equipo, sin poder, por cierto, arreglar nada más que el futbol, lo primero que hacen es despedir a Dávila y regresar a Ordiales, a su puesto de director deportivo. Su primera “gran” decisión, despedir al técnico que los hizo campeones, el peruano Juan Reynoso. Pero Velázquez no contaba que Ordiales saldría tan rápido como regresó, ya que fue invitado a la dirección de Selecciones Nacionales, supliendo a Gerardo Torrado.

Acéfalo quedó el puesto, no hay quien tome decisiones autónomas, y todo recae en Velázquez, que no tiene maldita la idea de este deporte, y se ha notado. Contrataciones fallidas, salidas de futbolistas necesarios y trascendentes, y sobre todo, haber dejado ir al entrenador que les regresó el éxito deportivo.

Y así como antes se decía que todo era culpa de Álvarez, hoy se tiene que señalar a Velázquez como el personaje que está destrozando a este club. Al igual que Billy, que tuvo a su cuñado incómodo personificado en Víctor Garcés, hoy Velázquez también tiene a su cuñado en el equipo: Antonio Reinoso, quien es el mandamás en La Noria. No solamente eso, sino que quien le habla al oído, quien es su conciencia futbolística, es Jorge Vikingo Dávalos, quien, seamos sinceros, no es un elemento con un gran peso en el medio.

Cruz Azul se pudre de nueva cuenta, y se pudre desde adentro, porque tienen mucha gente, pero poca capacidad de decisión y solamente lo están utilizando en una lucha por el poder, de algo que ni siquiera tiene que ver con el futbol.

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008

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