COLUMNA INVITADA

¿Tortas sin huevo?

El huevo, la leche, los vegetales, la carne y otros alimentos de la población mexicana, que proveen de proteínas de alta calidad; han tenido los mayores incrementos debido a la inflación

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El huevo, la leche, los vegetales, la carne y otros alimentos de la población mexicana, que proveen de proteínas de alta calidad; han tenido los mayores incrementos debido a la inflación. La preocupación del alza de estos insumos, debe ser una fuente del mayor interés gubernamental, para solucionar el problema. 

En forma especial, hablando de salud, se sabe que el huevo es de las proteínas que solía ser barata; lo que, para miles de personas, representaba el único alimento saludable, a lo largo del día.

Un alimento muy utilizado, con basto contenido de nutrientes, provisión de ácido linoléico, minerales, casi todas las vitaminas (excepto la vitamina C) y dos pigmentos vegetales: la luteína y la zeaxantina. Una vez que es cocinado, se convierte en uno de los productos más completos que existen, para el organismo humano (McGee, 2007).

Debido a lo anterior, nos debería alarmar su incremento en costos, ya que, para el desempeño escolar o rendimiento laboral, se requiere un estado de salud óptimo, basado en requerimientos nutricionales de alta calidad. Para nadie es ajena la frase del “mal del puerco.” Ese bajón que te da al terminar de comer se ha transformado en una frase tan adecuada, que resulta cómica, y se debe al tipo de alimentos que generan una subida abrupta del azúcar en sangre, por lo que el cuerpo lucha por equilibrarlos.

Cuando la población no puede acceder a la comida nutritiva, optará por versiones que detengan el hambre, aun cuando no posean calidad, pues serán la única alternativa.

En México se han incrementado las ventas de los productos, que se ofrecen en las bicicletas mañaneras de café y pan; los puestos con el famoso “guajolocombo” (atole y bolillo relleno de tamal); por supuesto, todas aquellas tienditas que proveen de leches azucaradas, que se acompañan de galletas y pastelillos industrializados; y por las tardes, los puestos de antojitos y las cajuelas de muchos coches, con tacos de guisados. Los cuales son alimentos muy calóricos, por su alto contenido de carbohidratos y grasa. 

Por supuesto, ello ha contribuido al más alto índice de obesidad y diabetes en el país. No podría ser de otra manera. La ecuación radica en que cada vez que los precios de alimentos saludables aumentan, crece el número de personas que tiene que sustituir su dieta, por algo mucho más barato, haciendo que la proteína de alta calidad y lo saludable sean prescindibles. Debido a la erosión de los presupuestos basados en salarios mínimos; y ahora también de los que superan ese escalón.

De lo anterior, podemos llegar a una conclusión, bastante obvia, conforme a los datos del INEGI. Las muertes en nuestro país por diabetes y obesidad se han incrementado cada año, https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2022/EDR/EDR2021_10.pdf. Y se relacionan con una dieta inadecuada. Eso quiere decir, que este país se está enfermando cada año, por no tener la posibilidad de contar con la economía suficiente para adquirir una canasta básica, con productos que sustenten una alimentación equilibrada y suficiente.

Ello esta golpeando a toda la economía familiar y gubernamental, que cada año, tendrán que invertir en enfermedades que pueden ser evitadas, mediante la anulación de impuestos a los alimentos altamente proteicos y nutritivos, propiciando que sean más baratos que los productos comestibles industrializados.

Por cierto, debido a la epidemia de diabetes, obesidad, enfermedades cardio vasculares e hipertensión. En México, se acaba de aprobar una reforma en la Ley General de Salud, mediante la cual busca regular el uso de grasas trans en la industria alimenticia, debido a los efectos perjudiciales que atentan contra la salud de las personas; así que el problema es grave, porque afecta a las familias y tiene una repercusión directa en el gasto público, en instituciones dedicadas a la salud publica y de seguridad social, porque entre más se incremente el precio de alimentos saludables, mayor será el consumo de productos industrializados dañinos.
Hay que tener en cuenta, que este es un problema urgente y debe solucionarse.

Así que esperemos, que se preocupen porque el precio del huevo baje pronto, porque las tortas de tamal, nada más nos harán  engordar.

 

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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