DESDE AFUERA

Política Exterior: ¿hacia dónde?

¿Cuál es el proyecto de política exterior que anima al presidente Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, a crearse problemas innecesarios?

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Cuál es el proyecto de política exterior que anima al presidente Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, a crearse problemas innecesarios?

La decisión del gobierno mexicano de promover la creación de  "comités" latinoamericanos que fomenten el final del bloqueo económico estadounidense contra Cuba es tan correcta y justa, como se quiera, pero igualmente superflua.

Porque a menos que esos comités tengan la capacidad de influir sobre el voto en Estados Unidos, y muy específicamente, en estados como Florida, van a tener resultados muy limitados. 

Lo más probable, un renovado choque con grupos cubano-estadounidenses, sus representantes en el Congreso de EU y por extensión con el Partido Republicano, que a su vez aprovecha electoralmente problemas relacionados con México, como migración, inseguridad fronteriza y narcotráfico.

La mayoría de los políticos cubano-estadounidenses son de línea dura respecto al régimen cubano, por choques políticos, ideológicos y hasta personales con los líderes revolucionarios Fidel y Raúl Castro, y animadversión a su burocrático sucesor, Miguel Díaz-Canel.

La posición mexicana sobre Cuba es de sobra conocida, como afirmó el secretario Ebrard, al anunciar la decisión de promover el levantamiento del bloqueo y de ampliar los vínculos entre los dos países, mediante la contratación mexicana de más médicos cubanos, cooperación energética en forma de refacciones para sus plantas eléctricas y la ampliación del programa "Sembrando Vida" en beneficio teórico de hasta cinco mil campesinos cubanos. No hay detalles sobre el costo económico.

Ebrard anunció también la convocatoria a una "cumbre" de gobiernos "progresistas" de América Latina, para abordar problemas regionales concretos como la inflación y la seguridad alimentaria.

México fue el único país que ya hace 60 años rechazó romper relaciones con el régimen revolucionario cubano y las ha mantenido a pesar de algunos altibajos.

En noviembre de 1981, facilitó una reunión entre el secretario de Estado estadounidense, Alexander Haig, y el vicepresidente Carlos Rafael Rodríguez, en el primer encuentro personal entre funcionarios de los dos países desde 1961.

Ebrard aseguró que las relaciones entre México y Cuba se encuentran en su mejor momento en décadas y aseveró que no afectan la relación con EU, toda vez que “no es la idea" y de hecho asentó que "México y Estados Unidos somos aliados, pero no tenemos intereses idénticos; México es un país de Latinoamérica".

Ebrard tiene razón al opinar que la postura puede ser bien recibida por algunos sectores en Estados Unidos, de lejos el principal socio comercial de México, pero la medida parece encaminada a recuperar terreno político en la región donde Brasil, una nación lusoparlante, se ha constituido en el principal interlocutor latinoamericano del gobierno estadounidense.

Pero aún, 60 años de prevalencia del "lobby cubano" en el bloqueo de Cuba pueden ser un argumento contrario.

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

 

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