COLUMNA INVITADA

Se adelantó la primavera

Detrás de este juego burdo, primitivo y evidente para cualquier político profesional es la constante y lo que en las últimas décadas ha venido definiendo a esta clase política: ambición, ineptitud, cinismo e hipocresía

OPINIÓN

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Martha Gutiérrez / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En Europa, después de un largo otoño e invierno, ahí por los primeros días del mes de marzo, apenas comienza a salir un rayo de sol muchos ciudadanos corren a los parques y literalmente se empiezan a desnudar. En México y en política, algunos personajes de una manera muy similar, después de un larguísimo otoño e invierno, apenas sienten un tenue rayito de sol y hacen exactamente lo mismo. Se "desnudan" de pies a cabeza, sin embargo y a diferencia de Europa donde las personas pasan inadvertidas, aquí los ciudadanos los observan y les provoca risa, sobre todo les provocan un sentimiento de pena ajena.

Lo describo puntualmente desde la aproximación de la oposición y en términos del sentimiento que ha experimentado: llamo un otoño e invierno largo a esa interminable derrota que les propinó Andrés Manuel López Obrador en el 2018 y que evidenció la descomposición de la élite política y su errada toma de decisiones entre lo que más sobresale son las listas de sus candidatos -especialmente la mayoría de los plurinominales- que han destacado  por ser inelegibles, ilegales, voraces, y que describe la nula representación de éstos frente a la sociedad, las consecuencias que han acarreado en la vida social cotidiana, y la aproximación al poder. Órganos de poder abandonados -básicamente- en manos de una ineptitud gubernamental inédita, que supuestamente son el contrapeso, y que evidentemente están muy lejos de ser. En resumen tragedia tras tragedia.

Ahora resulta que a partir de ello, en las últimas semanas se han “destapado” una cantidad de ciudadanos a distintos cargos de una forma más que anticipada, por ejemplo: para la presidencia de la República Lili Téllez y Santiago Creel por el PAN, Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid por el PRI, Gustavo de Hoyos por la gerencia de los empresarios, Claudio X. González representándose a sí mismo, Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera del PRD, entre los que más destacan.

A la jefatura de la ciudad de México Luis Ángel Xariel Espinosa Cházaro y Víctor Hugo Lobo por el PRD, Cynthia López Castro y Xavier González Zirión, Lía Limón y Sandra Cuevas por el PAN-Monreal-Claudio X.Gonzalez, Kenia López Rabadán y Jorge Romero por el PAN, Jesús Sesma por el Verde, y Adrián Rubalcava por el PRI.

Todos ellos, día con día no cesan en autopromoverse -porque nadie más lo hace- intentando conseguir una sola mención en cualquier tipo de publicación y/o en la opinión de cualquier columnista para así poder difundir sus aspiraciones. Además de que ellos mismos hacen la tarea de publicistas, encuestadores y ahora community managers en chats de WhatsApp y redes sociales a través de los cuales difunden auto encuestas, auto elogios, y auto postulaciones, de una manera más que inexplicable, sin comprender que para ellos el invierno más temerario de la historia continúa porque además algunos tienen denuncias pendientes de aclarar por supuestas violaciones a la constitución, formar parte del crimen organizado, lucrar con el poco poder que han tenido o por desfalcar a los ciudadanos, pero sobre todo porque no representan nada de nuestro país, ni siquiera las causas, los principios o las expectativas de los ciudadanos.

Sin embargo, ahora resulta que han creado una idea propia para así poder continuar con la explotación del poder. Porque seamos sinceros, todos observamos que lo que hacen o dicen es solo para generar expectativas y en consecuencia la posibilidad de negociar algún resto o las sobras que sus jefes les dejen, ya sea una diputación local, concejalía o si se da el milagro, la reelección. Pero la realidad es que detrás de este juego burdo, primitivo y evidente para cualquier político profesional es la constante y lo que en las últimas décadas ha venido definiendo a esta clase política: ambición, ineptitud, cinismo e hipocresía.

¿Porque? Porqué precisamente ellos son los primeros que han señalado ausencia de democracia, excesos de poder, falta de contrapesos, e interminables críticas al sistema político y la forma de ejercerlo, cuando sus jefes y ellos mismos diseñaron, votaron y ejecutaron el sistema en el que actualmente vivimos y del cual se quejan que hoy en día no les beneficia; cuando han sido ellos mismos los más beneficiados en materia económica y social, y han podido escalar y vivir con privilegios como en la época de Luis XIV; pero también, son ellos los que más han traicionado a la sociedad desde el punto de vista de derechos políticos y sociales porque simple y sencillamente no representan a ningún ciudadano, sociedad o comunidad, más allá de sus propios intereses que promueven día con día sin pensar un solo momento en los derechos de la colectividad.

Ante este escenario, definitivamente los poquitos rayos de sol que comienzan a brillar evidentemente no serán suficientes para calentar a tanto precipitado aspirante.

¿Y todavía nos seguimos preguntando porque el país está en la situación que actualmente se encuentra?

La respuesta la tenemos  frente a nosotros, y de reiterarla a diario se encargan todos éstos "actores políticos".

Y no es pregunta.

POR MARTHA GUTIÉRREZ
ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA
@MARTHAGTZ

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