MALOS MODOS

El Águila Azteca para Díaz-Canel

El presidente merece una felicitación por lo de entregarle la Orden del Águila Azteca a Miguel Díaz-Canel

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente merece una felicitación por lo de entregarle la Orden del Águila Azteca a Miguel Díaz-Canel, un acto de rigurosa coherencia

Nuestro líder es coherente, para empezar, con la vieja tradición mexicana de entregarle la “más alta distinción que otorga México a un ciudadano extranjero” a cualquier impresentable. Vean la lista de condecorados. Sí, están Mandela o Eisenhower, pero junto a ellos encontramos al Sha de Irán, Trujillo o Fujimori y, entre los de filiación más chaira, a Haile Selasie, Tito o Fidel Castro, es decir, al que se inventó el régimen brutal que hoy encabeza el “compadre Miguel”, ese bróder del alma de nuestro titular del Ejecutivo que encarcela a chicos de 15 años por protestar. No, esto no es nuevo. El viejo priismo ya compadreaba con autócratas sin pudor alguno, y así hemos seguido, de sexenio en sexenio. 

Es coherente, enseguida, con su predilección por los autócratas. Recordemos el oso de la CELAC, con Nicolás Maduro manejando un coche por el Centro Histórico; sus broncas con Zelensky y su mal disimulada propensión putinista; su negativa a condenar a Daniel Ortega, de cuyas cárceles para presos políticos leímos testimonios terribles hace unos días, y de su intento fallidísimo de boicotear la Cumbre de las Américas porque Biden se negó a invitar a Cuba y Venezuela. 

Es coherente, por supuesto, con la idea elevadísima que tiene de la tiranía castrista. Recuerden que el licenciado llamó “gigante” a Fidel; que alguna vez calificó a la “revolución”, o sea al régimen totalitario impuesto por los Castro, de encarnación de los ideales de igualdad y fraternidad universal, y que alguna otra dijo algo como que era un patrimonio de la humanidad, por aquello de la dignidad; que a Díaz-Canel lo tuvo de invitado de honor algún Día del Grito; que ha pagado una lanota por la mano de obra esclava que el régimen isleño quiere hacer pasar por médicos plenos de solidaridad; que nos quiere embutir la vacuna Abdala, y que mandó libros de regalo a alguna feria del libro habanera. 

Sobre todo, el licenciado es coherente consigo mismo. No hace mucho, lo vimos recibir una cosa que se llama la Orden Nacional José Martí, por su, dijo Díaz-Canel, oposición al bloqueo (embargo, pues) contra Cuba. Esa los cubanos se la saben muy bien. Como la isla es incapaz de producir un foco desde que le cayó el socialismo real, sabe que para vivir de los demás –de la URSS, de Venezuela– tiene que aplicarse con las relaciones públicas. Así, condecoró, antes del licenciado, a Ceaucescu, Saddam Hussein, Kim Il-sung o Lukashenko. Aquí podríamos recordar eso que dice alguna canción: “Todos los tiranos se abrazan como hermanos”. Sin embargo, lo que hay que recordar, por lo de la coherencia, es lo que dice nuestro presidente: “amor con amor se paga”. 

Lo dicho: felicidades, señor.  

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@juliopatan09 

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