MIRANDO AL OTRO LADO

Cofradía de necios astutos y su padrino

Las tres dictaduras piensan, y tienen al padrino de porrista para confirmar su hipótesis, que el control autoritario y militar sobre sus pueblos es el camino hacia la libertad para todos

OPINIÓN

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Ricardo Pascoe Pierce / Mirando al Otro Lado / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Muerta su aspiración de ser el líder de la izquierda latinoamericana, AMLO se resigna a ser padrino de dictaduras: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Hoy se pasea con el Presidente cubano, exaltando una “revolución” inexistente, y calla ante la represión contra opositores en Nicaragua y Venezuela. Solo tiene palabras dulces y de aliento para Díaz Canel, Ortega y Maduro.

Las tres dictaduras representan a los países que más personas expulsadas tienen en el hemisferio americano. De ese tamaño es su fracaso económico. El número de cubanos huyendo de la isla ha llegado, en 2022, a un récord histórico. El marielazo palidece frente a la avalancha de cubanos huyendo de esa dictadura que se mantiene en el poder a sangre y fuego.

Pero numéricamente, México es el país de la región con más indocumentados expulsados mientras tratan de llegar a la cuna del neoliberalismo. Solamente en 2022 fueron expulsados de Estados Unidos, por tratarse de personas sin documentación, a ¡un millón! de mexicanos. Es difícil para las tres dictaduras y para su padrino explicar esa aparente aberración histórica. Si tanto odian al neoliberalismo, y ofrecen un paraíso terrenal a sus pueblos a cambio, ¿cómo justificar que millones de sus compatriotas ansían llegar precisamente a esas tierras de salvajismo neoliberal? Algo en las versiones no concuerdan con la realidad.

Las tres dictaduras piensan, y tienen al padrino de porrista para confirmar su hipótesis, que el control autoritario y militar sobre sus pueblos es el camino hacia la libertad para todos. Es decir, creen firmemente en el dictador meritoso y empático que ama a su pueblo. La cofradía de tres dictadores y su padrino recuerdan a la película de Sergio Leone Los Héroes de Mesa Verde (Duck You Sucker, en inglés) donde el dictador-ladrón ha llenado el pueblo de letreros de su fotografía con la leyenda “El Gobernador Ama Al Pueblo, El Pueblo Ama Al Gobernador”. De ese calibre y con esos métodos están gobernando este combo de cuatro pistoleros sueltos en el viejo Oeste.

Cuba, Nicaragua y Venezuela son un fracaso en toda la línea en la gestión económica. De la gestión política autoritaria ya hemos opinado sin regateos. El problema para esos gobiernos que no pueden explicar es por qué sus pueblos huyen de la miseria en la que viven. Los que no huyen es porque no pueden, por una u otra razón. Y si eso es cierto en esos tres países, cuánta más razón tendrán nuestros compatriotas que huyen de la miseria económica, presente y futura, y de la violencia comunitaria propiciada por el crimen organizado y el narcotráfico. Pueblos enteros de zonas de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Coahuila, Durango, Chihuahua y Sonora corren despavoridos hacia la frontera norte para escapar de una muerte segura.

Los apologistas de las políticas del padrino exaltan de voz en cuello logros neoliberales como la estabilidad del tipo de cambio de la moneda y diversos factores macroeconómicos como alzas en las tasas de interés, la llegada de nuevas inversiones producto de la relocalización de industrias globales por la pandemia (que no es sustitución de importaciones) y los ingresos por concepto de remesas y turismo. Pero todo eso es una cortina de humo porque, como verdaderos pensadores neoliberales que niegan el neoliberalismo, no explican la masificación de la pobreza en México y mucho menos el deterioro de servicios públicos, de la salud y la educación pública, como un componente importante en la agreste descomposición del nivel de vida del 70% de los mexicanos, durante la gestión de este gobierno “popular”.

La ideología es la gran cortina de humo instrumental que trata de salvar a este gobierno. Por esa razón, la mañanera es la única política pública de este país. Lo resumió muy bien el Presidente al inicio de su gestión: “Si no hago la mañanera todos los días, me tumban”. Él mismo reconoce que es mejor hablar que hacer, es preferible despoticar contra opositores que gobernar con eficacia.

Este es un Presidente que cree que cortar el listón del AIFA, de Dos Bocas y del tren Maya será suficiente para salvar su legado y el de su gobierno. Pero, ¿y los millones de nuevos pobres que sus políticas han creado? ¿Y la promesa de prosperidad para todos? Esto no se podrá resolver porque el gobierno empieza a empacar sus maletas, y a cuatro años de gobierno el Rey ya anda desnudo por los pasillos de su palacio. Propios y extraños ya saben que lo mejor que le puede suceder al país es que se vaya cuanto antes.

Los líderes de las muchas izquierdas latinoamericanas han percibido lo mismo: México es gobernado por un sujeto impresentable, incompetente y terriblemente ignorante, aunque es muy astuto, como las ratas.

Precisamente por eso el Presidente mexicano se desinfló en cuanto a su aspiración a ser el nuevo Simón Bolívar de América Latina. Hay gobernantes serios, como Lula, que saben que lo fatuo en un gobernante acaba por desinflarse rápidamente. Y López Obrador se está desinflando. López Obrador está terminando como el líder de una cofradía de gobernantes necios e incompetentes como él (Díaz Canel, Ortega y Maduro) que miran hacia México no por la sabiduría del gobernante mexicano, sino porque tiene acceso a un presupuesto público generoso que, piensan, les servirá para salvarse ellos mismos y sus regímenes dictatoriales y corruptos.

Por cierto, a eso vino Díaz Canel a México: a llevarse sus alforjas llenas de oro mexicano. Y ello a cambio de que México aceptara, gustoso, traer a esclavos médicos cubanos para trabajar en nuestras minas de sal y oro. Y para hacer algo de inteligencia militar.

Y el resto de la izquierda latinoamericana mira hacia otro lado, en franco desprecio por la conducta antidemocrática y falta de cultura del mandatario mexicano. “Que se quede con sus dictadores” parecen decir de México. “Que se ocupe del Caribe y nosotros vamos a cosas más serias” es su mensaje, para quienes lo quieran entender.

Solo así se entiende la evolución de la política exterior de México en este momento. Y eso que aún no conocemos la opinión de los vecinos del norte, siendo el T-MEC la única garantía que tenemos para sortear la crítica situación económica y social nacional. Este gobierno, como los anteriores, depende de la buena relación con nuestros socios neoliberales, mientras los dictadores zorriles buscan quedarse con suficientes recursos y apoyos del mandatario mexicano para prolongar sus estancias en el poder.

POR RICARDO PASCOE

ricardopascoe@hotmail.com

@rpascoep

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