HIEL Y MIEL

El mes del amor y la amistad

Todos recordamos la cercanía y tratamiento deferencial que López Obrador ha tenido con sus queridos amigos de nuestro continente

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Sin sorpresa, recibo la noticia de la quinta visita en este sexenio del ¿mandatario? cubano Miguel Díaz-Canel a nuestro país. El presidente de México, en unas horas, se aprestará a recibir a su invitado en Campeche. Me queda claro la importancia que el gobierno mexicano da a la relación bilateral con esta nación caribeña. ¿Y por qué digo que no me sorprende esta reunión? Porque sabemos bien que el heredero político de los hermanos Castro es un gran amigo del Lic. López Obrador.

La reunión conmueve, ya que la amistad es una de las cosas más disfrutables en este mundo. A lo largo de tu vida, vas encontrando personas que sin tener ningún lazo de sangre contigo, deciden quererte y volverse un soporte imprescindible en tu vida. Los amigos son orejas incondicionales que te escuchan sin juzgar o que pueden darte una opinión sincera, ¿qué sería de nuestra vida sin ellos?

Entre amigos buscamos ayudarnos y nos sentimos a gusto con los que se parecen a nosotros mismos. Lealtad, compromiso y complicidad es lo que esperamos de ellos y ellos de nosotros. Todos recordamos la cercanía y tratamiento deferencial que AMLO ha tenido con sus queridos amigos de nuestro continente. La foto de Maduro y su esposa, felices en la toma de protesta de López Obrador fue, al menos para mí, un gesto que me dijo mucho sobre lo que nos esperaba.

El acogimiento fraternal y protección que el primer mandatario dio a Evo Morales (cuando no logró reelegirse por enésima vez) llamó entonces mi atención. Y cómo olvidar al presidente argentino Alberto Fernández, muy apreciado por el tabasqueño, cuando se negó a decir fuerte y claro que Nicaragua era y es una dictadura donde se están violando diariamente los derechos humanos.

Sería imperdonable olvidar la defensa del presidente mexicano al entonces Ejecutivo peruano, Pedro Castillo, en ese momento cuando intentó consumar el autogolpe de Estado en su país. ¡Amigos por siempre!

Ahora, en este mes del amor y la amistad. aparece la gota que no derramará el vaso: la llegada de quien quizá es el mejor amigo de AMLO, el mero Díaz-Canel.

¿A qué viene ahora? Seguramente a disfrutar unos ricos tamales de chipilín, pero esencialmente para que México pueda agradecerle su gran ¿ayuda? por los casi 600 médicos de la isla que vinieron a trabajar en hospitales del IMSS en zonas remotas del país. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin ellos?

Quizá, me atrevo a suponer, se podría haber contratado a médicos mexicanos que están en el subempleo o desempleo o quizá se hubiera podido combatir el trabajo esclavo al que están sometidos muchos cubanos, que cobran 10 por ciento de lo que se les paga para dar el resto a sus gobernantes. Locas suposiciones mías.

¡Cuántas muestras de cariño a una de las dictaduras más longevas del mundo!

Mi abuelita decía: Dime con quién andas y te diré quien eres. Espero que haya estado equivocada.

POR TERE VALE

@TEREVALEMX

COLABORADORA

MAAZ