OTROS ÁNGULOS

Se abre un rayo de esperanza

Un grupo de artistas, intelectuales, profesionistas, académicos, ambientalistas y políticos han echado a andar el movimiento “Colectivo por México”

OPINIÓN

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Raúl Cremoux / Otros Ángulos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Cómo resistir a una ideología dominante que cierra todos los caminos al derecho, la seguridad y la libertad de expresión? Bien vemos, y así se han cansado de expresarnos, que las opiniones dominantes emanan de personajes cuya razón, sensibilidad y conocimiento no son evidentes, pero que ocupan posiciones que rigen sobre toda la sociedad.

Hasta hace unas horas, el conformismo ha dominado los últimos tiempos sin importar que una violencia sin límites domine las principales plazas y estados de la nación; tampoco ha colmado la paciencia saber que los institutos de salud han sufrido serios quebrantos y la educación ha sufrido descalabros semejantes a la economía y los derechos humanos los hemos dejado prácticamente sumergidos bajo la tierra. Y así ha sido con pestañeos tímidos y dejadez inusitada.

Obedecer a la referencia masiva, a la autoridad del conjunto, ha significado dimitir al criterio propio. ¿Cómo podría el individuo tener un juicio si no tiene idea del bien objetivo qué puede ser más fuerte que callar y obedecer? Nuestro modelo actual no es el de los países de vieja tradición democrática como Inglaterra sino el de la China, de Mao, o la Cuba, de Castro. Nuestras referencias no son “El espíritu de las leyes” ni “El contrato social” sino el pequeño “Libro rojo”. Hoy en día nada es más convencional que la provocación. Cuando esta no repercute como escándalo, el parloteo oficial engendra la victimización y el infantilismo.

Esto se ha vuelto un sistema, una estrategia, un mapa general. La urgencia en el primer cuarto del siglo XXI es encontrar una nueva utopía movilizadora; es como escribe Hans Jonás, saber convertir el apacible apaciguamiento por la utopía de la creación y el entusiasmo. El enemigo es la incivilidad. Dejar de alimentar la perversidad del odio. A todo esto, en un intento de modificar lo que tanto nos angustia para un futuro inmediato para nuestros hijos, un grupo de artistas, intelectuales, profesionistas, académicos, ambientalistas, políticos han echado a andar el movimiento “Colectivo por México”.

En boca de uno de los juristas de más alto registro, Diego Valadés, una gran mayoría de la población está indignada primero con los partidos políticos, por el militarismo creciente, el deterioro de los servicios e instituciones, los embates a la ciencia, el debilitamiento de los contrapesos y los golpes a la democracia.

El abogado Valadés, entre más de 600 representantes de un México dispuesto al cambio, indicó: “Cambiemos el rumbo, hagámoslo mediante instituciones que restauren el Estado de Derecho, la igualdad, la confianza, la convivencia en paz y con bienestar y lealtad democrática de los gobernantes”. Las fotos, de los congregados, los nombres, sus vidas y su compromiso, representan hoy un rayo de luz, esperanza y alegría por engendrar un movimiento renovador que el México de hoy requiere con urgencia.

POR RAÚL CREMOUX 

ESCRITOR Y PERIODISTA

@RAULCREMOUX

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