COLUMNA INVITADA

Kissinger, el diplomático realista

Sin Henry Kissinger, sería imposible entender el mundo de la segunda mitad del siglo XX

OPINIÓN

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Claudia Ruiz Massieu / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Henry Kissinger falleció la semana pasada después de un siglo de vida. Ya sea en su faceta intelectual, en su larga experiencia como funcionario o en el prestigio que le permitió trabajar durante décadas como consultor, toda su vida estuvo consagrada a la diplomacia.

Pocos personajes ejercieron tanta influencia en la política internacional del siglo XX como Kissinger. Sin embargo, quizás es el único que mantuvo su vigencia hasta el final de su vida. Se desempeñó como asesor de seguridad nacional y secretario de Estado durante las administraciones de Richard Nixon y Gerald Ford, pero su relevancia no se acabó al dejar el cargo. Prácticamente todos los gobiernos estadounidenses subsecuentes –tanto republicanos como demócratas– acudieron al consejo de Henry Kissinger en asuntos prioritarios para la política exterior. Algunos, incluso lo incorporaron formalmente como asesor a su equipo de trabajo.

Kissinger fue conocido por ser un diplomático realista y pragmático. En lugar de imponer una visión ideológica y pretender que el mundo se ajustara a ella, supo adaptarse permanentemente a una realidad que se transforma constantemente. Su conocimiento histórico le permitió tener una visión de largo alcance y una comprensión más profunda de los fenómenos globales. Frente al caos de la posguerra, asumió la necesidad de establecer y preservar el orden en el mundo como una convicción personal.

En su faceta intelectual, fue un autor prolífico. Su Diplomacia es y seguirá siendo un clásico imprescindible para cualquier estudioso de las relaciones internacionales. Todas las obras de Kissinger han contribuido con ideas y propuestas para la discusión de los asuntos globales; sin embargo, su verdadero valor radica en que logran conjugar la reflexión teórica con la experiencia práctica.

Si bien tenía una enorme solvencia intelectual y una larga trayectoria académica, su dominio de las relaciones internacionales fue resultado de su experiencia encabezando la política exterior de Estados Unidos. Y de esfuerzos exitosos, como el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre EU y China. Kissinger no fue un teórico de la diplomacia que decidió incursionar en la política, fue un diplomático que entendió las relaciones internacionales haciendo diplomacia.

Con todo, el Dr. Kissinger no estuvo exento de errores. En los primeros momentos de la invasión rusa a Ucrania defendió que debía priorizarse el fin del conflicto, incluso si ello implicaba hacer concesiones a Rusia, y se opuso al ingreso de Ucrania a la OTAN. No es un secreto su cercanía con algunos de los círculos más radicales del Partido Republicano. Ni su participación en algunas de las decisiones más polémicas de la política exterior estadounidense.

El honor de servir a México desde la Cancillería me dio la oportunidad de conversar personalmente con personajes como la exsecretaria de Estado Madeleine Albright, Hillary Clinton y el Dr. Kissinger, a quien conocí en 2016, durante una visita a Nueva York. Intercambiamos opiniones sobre las tendencias del escenario internacional y la relación bilateral México-EU.

Henry Kissinger fue el diplomático más importante de Estados Unidos, y uno de los arquitectos del orden internacional contemporáneo. Sin él, sería imposible entender el mundo de la segunda mitad del siglo XX, sus transformaciones y la realidad en la que vivimos actualmente.

CLAUDIA RUIZ MASSIEU

SENADORA DE LA REPÚBLICA

@RUIZMASSIEU

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