Una nueva crisis amenaza la paz y estabilidad internacional. De transformarse en un conflicto militar el mundo tendrá guerras interestatales en tres continentes, lo que muy probablemente invitará a otros estados a llevar a cabo acciones militares.
El domingo, el gobierno de Venezuela realizó un referéndum para determinar si su población apoya la posible anexión de la región de la Guyana Esequiba, junto con sus 128 mil habitantes y reservas de más de 11 mil millones de barriles de petróleo. Para contexto, esas reservas son mayores a las de México y similares a las de Brasil, en un área del tamaño del estado de Coahuila.
Desde el descubrimiento de yacimientos petroleros en 2013, Guyana ha tenido un crecimiento económico extraordinario: en 2021 creció 20 por ciento y en 2022 más de 40 por ciento.
La Esequiba no ha sido reconocida por el gobierno de Venezuela como propiedad de Guyana, la intención de obtener apoyo popular, e incluso político, para anexarla, señala un cambio de intenciones muy peligrosas.
De acuerdo con la compañía de inteligencia Janes, en mayo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) comenzó la construcción de una pista aérea militar cerca de la mina de La Camorra, en el estado de Bolívar, a unos 40 kilómetros de la frontera con Guyana. La pista puede recibir aviones de carga como los C-130H y Y-8, así como aviones de combate Sukhoi Su-30MK venezolanos. Esto permitiría a las FANB avituallar y proteger a una fuerza
expedicionaria.
Las FANB cuentan con más de 100 mil tropas, más otras 100 mil en la milicia popular y 30 mil guardias nacionales. A diferencia de otros países latinoamericanos, en las últimas dos décadas Venezuela ha invertido grandes recursos para modernizar a sus Fuerzas Armadas.
Si bien, su proyecto de modernización se suspendió en 2016 por la crisis económica, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana cuenta con capacidades militares muy superiores a las de Guyana y en términos cualitativos, también a las de Brasil.
Los 2,200 miembros de las fuerzas de defensa de Guyana se enfrentarían a una fuerza expedicionaria venezolana por lo menos cuatro o cinco veces su tamaño, dotadas de armamento convencional moderno. Una invasión militar venezolana para apropiarse de la Esequiba forzaría a Estados Unidos, Reino Unido y muy probablemente a Canadá y Brasil, a intervenir en defensa de Guyana.
Si se suma este posible conflicto a la lista de Rusia-Ucrania e Israel-Gaza, tendremos una "Cadena de Incendios" muy peligrosa.
En esa coyuntura, las probabilidades de que otros estados aprovechen para llevar a cabo acciones militares similares se intensifican.
Polvorines como China-Taiwán, Pakistán, India, Argelia-Marruecos, Nicaragua-Colombia, Irán-Arabia Saudita o Egipto-Sudán, que parecían aún distantes o poco probables, tienen toda la posibilidad de expandir esta Cadena de Incendios.
POR IÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.
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