Hoy finaliza el año 2023 y nos preparamos para recibir al flamante 2024. El año que termina deja muchas secuelas irresueltas que tendrán que ser retomadas a fin de darles solución hacia el futuro. Entre las más importantes, sin duda, se encuentran las relacionadas con conflictos bélicos en el mundo como los que actualmente acontecen en Ucrania con la invasión de Rusia, el Medio Oriente, entre Israel y Hamas y muchas otras a las que despectivamente les llaman “olvidadas”, de las que casi no se habla, pero que a diario cobran muchas vidas y generan pobreza, como las libradas en la regiones del Sahel, en Etiopía, Somalia, el Sudán del Sur, Burundi, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, Yemen, etc.
En el plano económico se continúan acentuando los niveles de desigualdad en el mundo, donde los países que más sufren son los que acusan los mayores índices de pobreza extrema, cuyos niveles de endeudamiento con altas tasas de interés los obligan a desviar recursos de programas básicos para su desarrollo, como salud, educación, vivienda, etc.
Además de todos estos retos a los que urge encontrar soluciones, 2024 trae consigo nuevos acontecimientos que generan un alto grado de incertidumbre. En lo político habrá procesos electorales en más de setenta países, entre los que se encuentran EU, la India, el Reino Unido, México, Rusia y Taiwán, que involucran el futuro de más de 4200 millones de personas, es decir, más de la mitad de la población mundial y cuyo reto principal es que se respeten las reglas del juego y ganen aquellos candidatos que enarbolen las mejores banderas para sus países y ,no, que dichas elecciones sean decididas en base a métodos coercitivos o de amenazas donde se imponga la mano dura de regímenes antidemocráticos.
El proceso electoral que más preocupa a nivel mundial será el que se lleve a cabo en los EE UU, donde lo más probable es que se enfrenten nuevamente Joe Biden y Donald Trump, donde éste último, a pesar del cúmulo de demandas de todo tipo que pesan contra él, hoy tiene a su favor uno de cada tres votos, lo que lo erige como un contendiente poderoso.
Un posible triunfo electoral de Trump afectaría una gran cantidad de temas mundiales, como serían, entre otros, el apoyo de su país a Ucrania y el consecuente sobreempoderamiento de V. Putin, el alejamiento con los países de la Unión Europea, nuevas embestidas políticas y económicas en contra del gobierno Chino, afectaciones a políticas mundiales en contra de la sustentabilidad climático-ambiental, una nueva cerrazón al comercio internacional y la aplicación de medidas draconianas en contra de inmigrantes hacia su país.
La Unión Europea continuará brindando su apoyo militar a Ucrania y la inclusión de ese país como miembro de la Unión Europea muy a pesar de los deseos de Putin, quién a su vez busca su reelección y un mayor estrechamiento de lazos políticos con la China de Xi Jinping.
En Oriente Medio es posible que el conflicto Israel-Hamas se extienda regionalmente ante el mayor involucramiento de países árabes e Irán, lo que significaría una mayor pérdida de vidas y un mayor bloqueo al comercio internacional que transita por las aguas del Mar Rojo, y, por ende, podrían distorsionarse nuevamente las cadenas productivas ya restablecidas después de la pandemia.
La transición del empleo de energías fósiles hacia el mayor uso de energías alternativas implicará cambios en el mapa de la geografía energética, en donde las regiones ricas en minerales como el litio, el cobre y el níquel verán crecer la inversión nacional y extranjera.
Otro tema altamente preocupante por todas las implicaciones que trae aparejadas es el referente a la Inteligencia Artificial (IA) que urge sea regulada a nivel mundial, pues si bien ha mostrado su gran utilidad en muchos casos, también ha sido perjudicial en muchos otros empleados por la delincuencia a nivel internacional. Un aspecto adicional respecto a este tema es el que tiene que ver con la desaparición de un gran número de fuentes de trabajo, lo que también deberá ser abordado por los grandes foros internacionales avocados a estas tareas.
Dentro de todo este enjambre de problemas también habrá eventos que alegran la esperanza y la buena voluntad como lo será la celebración de los Juegos Olímpicos de París que sin duda revivirán el espíritu deportivo y solidario del mundo entero. !!Tengan todos un muy feliz año 2024¡¡¡
POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
ANALISTA POLÍTICO
MAAZ