COLUMNA INVITADA

Empresas familiares. Aportación para el desarrollo económico del país

Es innegable que la actividad empresarial se constituye como uno de los pilares fundamentales

OPINIÓN

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Francisco Castillo Acevedo / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Es innegable que la actividad empresarial se constituye como uno de los pilares fundamentales dentro de nuestra economía, cuya consecuencia directa es la creación de empleos, la competitividad y el aumento de la riqueza per capita, así como la disminución de hechos delictivos. En pocas palabras, su supervivencia es importante para todos.  

Sin embargo, una cuestión que hay que considerar en la vida corporativa en México es su carácter familiar, puesto que dentro del 100 % de las unidades de negocio que hay en el país, el 90 por ciento la representan empresas familiares, aportando el 85 por ciento del PIB nacional.  

Ahora bien, ¿qué es una empresa familiar? Es aquella empresa o grupo de empresas cuyo control le pertenece a la mayoría o a un pequeño grupo de personas que se encuentran unidas por un vínculo de parentesco.  

El problema radica en lo siguiente: al corte de hoy, en México, del 100% de las empresas familiares solamente el 33% de ellas sobreviven a la segunda generación, y el 15%, a la tercera.  

No obstante, no todo es un panorama desalentador.  Una forma de evitar su desaparición es conocer a plena consciencia el problema particular de la empresa e implementar medidas preventivas y correctivas para no caer en el porcentaje de empresas que no sobreviven a la siguiente generación. 

 Hablemos de la institucionalización y el gobierno corporativo de la empresa familiar. Toda empresa, ya sea familiar o no, debe tener una estructura corporativa sólida para asegurar su éxito y permanencia, ya sea en materia operativa, administrativa, organizacional, laboral, estratégica, financiera, etc.  Es así, que la institucionalización de una empresa se refiere a la creación de órganos internos que se encarguen de tomar tan importantes decisiones. Y cuando hablamos de las reglas y procedimientos que deberán seguir dichos órganos, nos referimos al gobierno corporativo.  

La implementación de un buen gobierno corporativo es clave, si lo que se busca es la permanencia y éxito dentro de la empresa, sea esta familiar o no, debido a que define de manera legal las normas familiares y empresariales que los miembros que la integran forzosamente tendrán que acatar.  

Si bien hasta aquí el tema de la institucionalización y la implementación de un gobierno corporativo pudiera parecer un tanto complicado, en los escenarios económicos y corporativos en los que se encuentra nuestro país, es una necesidad. Pensar en la regularización y formalización empresarial, no es tarea fácil, es un proceso de transformación en donde se requiere compromiso y disciplina por parte de sus miembros. 

Otra situación que debe de contemplarse no solamente es la introducción de mecanismos que permitan operar de manera efectiva a la empresa familiar, es cómo lograr su permanencia. Aquí tenemos que hablar del plan de sucesión de la empresa familiar.  

 Al momento de hablar de un plan de sucesión, al mismo tiempo hablamos, en pocas palabras, de quién tendrá el control absoluto de la compañía y todo lo que le acompaña. Y al tratarse de una empresa familiar, no solamente el plan de sucesión trasciende en el negocio, sino en las relaciones de la familia misma.  

Como se puede apreciar, sostener una empresa familiar no es tarea fácil. Si lo que realmente se busca es su trascendencia, permanencia y éxito, todas estas decisiones deben ir acompañadas de un asesoramiento legal por parte de expertos. De una necesidad propiamente, de contar con abogados o abogadas de empresa ya sea in house o de manera externa. 

 La implementación de un gobierno corporativo y un plan de sucesión no solamente opera para las grandes compañías, también para las MIPYMES.  

Por tanto, el ejercicio de la abogacía mexicana en la empresa familiar es crucial, debido a que se tiene la importante labor de crear las estrategias legales ad hoc a cada empresa familiar para que sea aplicable a sus miembros, y así, prevenir riesgos graves que pueden llevar a la empresa a su desaparición. 

Es imponderable que el abogado colabore con su conocimiento y experiencia en apoyo a la pequeña y mediana empresa, consciente que con su intervención, se apoya también a nuestra economía nacional, lo cual favorece a nuestra sociedad y País. 

POR FRANCISCO CASTILLO ACEVEDO

Miembro del Consejo Directivo de la Barra Mexicana Colegio de Abogados  

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