¡Se acabó! Es un buen momento para hacer el análisis de las cuestiones más importantes que nos dejó este 2023 en términos balompédicos.
En el Clausura se demostró que no siempre la justicia impera con este formato que tenderá mucho a ofrecer buen espectáculo, pero es amigo interminable de la intermitencia.
Tigres hizo la repugnante cantidad de 25 unidades, y una Liguilla de ensueño, les dio su octava corona en detrimento del Guadalajara, cuyo año terminó siendo espectacular para lo limitado de su plantilla. El año para los de Robert Dante Siboldi empezó de forma convulsa cuando parecía iban a tener un proyecto de época con Diego Cocca al frente, dirigió unos cuantos partidos, y en una decisión cuestionable, pero para mí válida, tomó a la selección mexicana.
Ya de lo triste del desenlace luego hablamos. Un tipo que en teoría quería generar cambios, pero se lo terminó devorando el sistema putrefacto, porque nadie en su sano juicio debe despedir a un entrenador que llevaba poco menos de seis meses, más allá de que el combinado nacional estaba jugando basura. En fin.
Regresando al tema de los felinos, le dieron la oportunidad al Marco Antonio Chima Ruiz de tomar las riendas, y su estadía fue lacrimógena, al grado de perder contra el Mazatlán, y acercarse al peor torneo como local de su historia. Pero después llegó el ya citado uruguayo, y generó una metamorfosis inesperada.
Su escuadra quedó eliminada de la Concachampions, pero después se sacó la espina ganando la liga. Le urge a nuestro futbol, más allá de felicitar a toda esa parcialidad incomparable, cambios estructurales para ponderar la justicia deportiva, y que las 17 jornadas que preceden a la fiesta grande no sean inservibles.
La segunda parte recompensó a un equipo que merecía ganar no solo este torneo, sino desde años atrás, en donde siempre mostró ser un proyecto solvente. Desde que se instauró el repechaje siempre calificaron directo a las Liguillas, y lo que son las cosas, los aficionados pedían la cabeza de Santiago Baños, para mí de manera injusta.
Su pecado era no demostrar saberle al sistema de competencia. Pero la escuadra más regular deportivamente hablando no se llevaba trofeos a casa. Por fin, el súper líder ahora sí lo logró. El América reclutó a lo mejor de la liga en cada posición. Concluyeron con una sola derrota el campeonato, y otra frente al San Luis, pero esta fue intrascendente por el marcador global que tenían a su favor. Para aderezar su corona, le ganaron a Tigres la gran final, en el clásico de las dos instituciones que se acostumbraron a hacer las cosas bien.
Ahí los seguiremos teniendo durante los próximos años, y no se ve a alguna otra que les pueda hacer sombra.
Gracias 2023, bienvenido 2024.
POR: JOSÉ EDUARDO IGA
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