¡La analogía es simple! En un hogar, restringir al mínimo el uso de electricidad, no solo ayuda a reducir el impacto, sino que significa un ahorro en el recibo de luz.
El metano —principal componente del gas natural—tiene repercusiones negativas para el medio ambiente y la salud de las personas. Es un potente gas de efecto invernadero (80 veces mayor que el del dióxido de carbono en el corto plazo) y sus emisiones en el sector hidrocarburos van acompañadas de contaminantes que contribuyen a la formación de ozono y compuestos cancerígenos como el benceno.
Las emisiones resultantes de prácticas intencionales (como la quema y venteo de gas) y no intencionales (como las fugas de equipos y maquinaria) durante la producción, procesamiento y el transporte de hidrocarburos, podrían capturarse con tecnologías actualmente disponibles y costeables.
Esta captura traería beneficios para las empresas productoras de hidrocarburos a través de su reutilización como combustible para las instalaciones de producción y transformación.
Para PEMEX, capturar el metano que emite no solo representaría ingresos adicionales sin requerir de altos niveles de inversión. Además, mejoraría las expectativas de refinanciamiento de su deuda. Inclusive, estas tecnologías pudieran ser costeadas por actores privados quienes recuperarían su inversión a través del aprovechamiento del gas que hoy se quema.
Debemos tomar acción. Según la Agencia Internacional de Energía, nuestro país es el 10° emisor de metano. Por ello, México ha adquirido compromisos internacionales —en el ámbito multilateral a través del sistema de Naciones Unidas y a nivel regional, junto con sus socios en América del Norte— para reducir emisiones, aunque los avances en su cumplimiento no son claros.
México debe considerar su incorporación a la Carta de Descarbonización del Sector de Gas y Petróleo. Esta iniciativa lanzada en la COP 28 e integrada por más de 50 empresas de hidrocarburos alrededor del mundo, tanto públicas como privadas, incluye un compromiso para reducir emisiones de metano en las operaciones de producción y eliminar al 100% la práctica de quema rutinaria de gas hacia 2030.
En paralelo, se anunciaron nuevas oportunidades de financiamiento con organizaciones internacionales incluyendo el Banco Mundial y el BID, para adquirir tecnología de reducción de fugas y captura de este contaminante.
México tiene la oportunidad de mejorar su e?ciencia y seguridad energética a través del cumplimiento de los Lineamientos para la Prevención y el Control Integral de Emisiones de Metano en el Sector Hidrocarburos.
Esta normativa emitida en 2018 está alineada con las mejores prácticas internacionales y obliga a las empresas del sector a estimar sus emisiones, monitorear fugas e implementar medidas para reducirlas.
Agradecimiento especial al Environmental Defense Fund y a Agil-e por su valiosa contribución a esta columna a través de su conocimiento técnico y científico.
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Joel Abraham Enriquez, es miembro de la comunidad de exalumnos de Harvard en México y del Counsel del US-Mexico Foundation. Actualmente se desempeña como Chief Governance Oficer de JAGUAR E&P, empresa mexicana de exploración y producción de hidrocarburos enfocada en la transición energética a través del Gas Natural.
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