COLUMNA INVITADA

Lo que el 2023 le dejó al 2024

Si bien en 2023 solo se pusieron en juego dos gubernaturas, el Estado de México y Coahuila, ambos estados dejaron importantes reflexiones rumbo al 2024

OPINIÓN

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Patricio Morelos / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Foto: Especial

2023 fue la última batalla antes de la elección de 2024. Desde la llegada de López Obrador en 2018, los partidos políticos han pasado por diferentes procesos con un mismo objetivo: mantener o recuperar el poder.

Y justamente mantener o recuperar el poder ha provocado el surgimiento de alianzas inesperadas, de entradas y salidas de personajes de sus partidos y de fenómenos políticos que cambian el tablero electoral.

Si bien en 2023 solo se pusieron en juego dos gubernaturas, el Estado de México y Coahuila, ambos estados dejaron importantes reflexiones rumbo al 2024.

1.- La 4T no es invencible: el proyecto del presidente AMLO gobierna el 72% de los estados, sin embargo, Coahuila demostró que si las fuerzas obradoristas no van unidas y sus partidos llevan candidatos competitivos, la división los puede llevar a la derrota.

2.- Los procesos internos sin reglas claras, dañan: la carrera de las corcholatas oficialistas y la búsqueda del perfil opositor evidenciaron que abrir procesos al interior de los partidos, que permitan la confrontación, lejos de abonar al fortalecimiento de una candidatura, generan rupturas que cuestan mucho arreglar. Hoy lo siguen padeciendo Morena y la alianza opositora.

3.- La oposición necesita a sus mejores candidatos: difícilmente la oposición recuperará el poder si no lleva a sus perfiles más competitivos. Ellos, a diferencia de Morena, no tienen fortaleza en la marca, necesitan de candidatos y candidatas que logren convencer a los votantes. La candidatura de Manolo Jiménez es el mejor ejemplo convirtiéndose en el mandatario más votado en la historia de Coahuila.

4.- Importancia de los procesos locales, sobre todo para la oposición: siempre se ha pensado que las campañas se ganan de arriba hacia abajo, de la presidencia a los municipios. Las cosas han cambiado: hoy las campañas locales le pueden permitir a la oposición elevar su votación nacional.

5.- El culpable no es el votante: el México de la polarización ha provocado que los partidos culpen a los votantes de los problemas del país, de los actuales y de los viejos. Nadie va a ir a votar por un candidato que regaña e impone.

El tiempo apremia. Esto es lo que el 2023 le dejó al 2024. Estemos atentos y listos para lo que viene: la elección más grande en la historia del país.

POR PATRICIO MORELOS

SOCIO DE POLIGRAMA Y PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY.

@PATOMORELOS

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