COLUMNA INVITADA

Las obras son lo de menos

Con la inauguración del tren maya y del tren trasatlántica, el presidente Lopez Obrador concluye con las obras insignia de su gobierno, que junto con el AIFA y la refinería de Dos Bocas, fueron las mayores apuestas de la actual administración

OPINIÓN

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Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con la inauguración del tren maya y del tren trasatlántica, el presidente Lopez Obrador concluye con las obras insignia de su gobierno, que junto con el AIFA y la refinería de Dos Bocas, fueron las mayores apuestas de la actual administración.

Los cuatro proyectos, ya sea porque están inconclusos o porque todavía no han demostrado su viabilidad, constantemente son objeto de críticas y descalificaciones, principalmente de los detractores de la 4T.

De hecho, gran parte de los esfuerzos opositores se concentran en tratar de desacreditar estas obras, invierten una gran cantidad de recursos económicos, humanos y propagandísticos, para señalar todos los errores que se han cometido.

Su tarea no ha sido complicada, sobran elementos que ponen en entredicho el diseño, la construcción, los costos y la viabilidad financiera de estas obras. La oposición no carece de pruebas en sus criticas.

Tratando de ser objetivos, los proyectos emblemáticos del sexenio no están tan bien, pero tampoco están tan mal, podríamos decir que son obras de una calidad mediana que necesitan de un poco más de tiempo para demostrar su factibilidad.

Decir que el AIFA es uno de los mejores aeropuertos del mundo, que Dos Bocas salvará a Pemex de su crisis económica o que el tren maya es equiparable a la llegada del hombre a la luna, es una falacia insostenible.

Aún así, desde el inicio, el gobierno decidió implementar una estrategia mediática para magnificar ante la opinión pública sus proyectos, aunque sobren los elogios pero falten los argumentos en la defensa de sus obras, se sienten cómodos hablando de estos temas.

Si es tan evidente la estrategia para engrandecer falsamente las obras más importantes de este sexenio, ¿por qué morena y sus aliados siguen teniendo un gran respaldo popular?. 

La respuesta puede parecer sencilla, pero encierra una gran complejidad; a la mayoría de la población no le importan o no le afectan la viabilidad de los proyectos porque no son parte de su vida cotidiana. ¿Cuántos ciudadanos utilizan un aeropuerto como medio frecuente de transporte?, ¿Cuántos electores tienen la oportunidad de viajar en trenes de alta velocidad en sus vacaciones?, ¿Cuántos mexicanos conocen lo que realmente se hace en una refinería?. 

El gobierno lo sabe, por eso se maneja con tanta soltura en estos temas, son proyectos que infieren en la vida de los ciudadanos de clase media y no en la de las clases populares del país, para ellos hay otras prioridades y otras estrategias.

El grueso del electorado tiene otras preocupaciones, piensan más en el sustento diario que en la importancia de su próximo viaje en avión o tren, para ellos esta diseñada la estrategia que mantiene el éxito de la 4T; las ayudas sociales.

A pesar de sus errores, morena encabeza ampliamente las preferencias electorales, cuenta con una base social sólida aceitada con transferencias económicas; antes de la 4T había trenes, aeropuertos y refinerías, pero la mayoría no recibía las ayudas del gobierno.

Es ahí donde la oposición debería de centrar sus esfuerzos, en elaborar una propuesta que ayude a mejorar la calidad de vida de la mayoría, es ahí donde la oposición está perdida.

Han caído en el juego del gobierno, en enfrentarse en una discusión estéril tratando de denostar a sus grandes proyectos, deben de redefinir su estrategia y pensar en lo que para la mayoría es importante. Las obras son lo de menos.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR

COLABORADOR

@HSERRANOAZAMAR

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