LA REBELIÓN GEOPOLÍTICA

Deseos de Año Nuevo 2024

El panorama que se avecina en 2024 se vislumbra como un escenario de relevancia

OPINIÓN

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Talya Iscan / La rebelión geopolítica / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El panorama que se avecina en 2024 se vislumbra como un escenario de relevancia, marcado por eventos clave, especialmente las elecciones en Ucrania con Zelensky enfrentando tensiones con su equipo político y de defensa. Simultáneamente, Rusia se prepara para comicios con una abrumadora probabilidad de 80% de que Putin sea el candidato y se reelija, mientras que en Estados Unidos, la contienda entre Biden y Trump promete ser un acontecimiento de gran magnitud.

Si en el año 2024 se logra cualquier acuerdo legítimo entre Rusia y Ucrania, y no se celebran elecciones, Zelensky no será considerado una figura legítima. Al parecer, Ucrania tiene la opción de suspender las elecciones debido a que el país está en guerra, y su Constitución lo permite. Si fuera el caso de aplicar dicha elección, otro argumento que podría plantear Ucrania es cómo garantizar la participación máxima de los ciudadanos y asegurar su seguridad durante el día de votación.

No está claro cuál será la decisión de Zelensky, y podría depender de las instrucciones de sus aliados occidentales que han tenido influencia en su posición durante la guerra. Habrá una dualidad en Ucrania, y veremos si se llevarán a cabo elecciones. En caso de que se realicen, el Presidente ucraniano podría arriesgar su posición de poder.

En Rusia, el presidente Vladimir Putin desafía las críticas internacionales y las sanciones occidentales al declarar su intención de postularse nuevamente en 2024. La imagen de Putin, aunque cuestionada, se mantiene sólida en el mundo, especialmente a pesar de la prolongada guerra en Ucrania y las críticas a su enfoque autoritario.

¿Será Putin el líder que rompa récords de longevidad en el poder en la historia rusa, incluso superando a Ekaterina del siglo XVIII? La sombra de la posibilidad de que Donbás se convierta en la nueva Crimea plantea escenarios preocupantes para el Occidente.

En Estados Unidos, las elecciones de 2024 prometen ser un acontecimiento de gran magnitud. Aunque los detalles y los candidatos no están completamente definidos, la competencia entre el Partido Demócrata y Republicano, con figuras prominentes como Joe Biden y la posibilidad del retorno de Donald Trump, delineará el rumbo político no sólo de Estados Unidos, sino también su papel en la geopolítica mundial.

Si Trump regresa a las elecciones, ¿cómo cambiará el panorama estadounidense? ¿Y cuál será la postura de Estados Unidos ante Ucrania e Israel? Todo apunta a que el respaldo al viejo aliado Netanyahu sería una prioridad, pero las incertidumbres persisten.

En este contexto, es crucial analizar las dinámicas globales actuales, como el auge de movimientos de derecha en Europa y otras regiones del mundo. En Latinoamérica, la intensificación de conflictos ideológicos se evidencia con la elección de figuras de extrema derecha, como el candidato Milei en Argentina. 

De cara al 2024, podríamos estar ante la amenaza de nuevos conflictos bélicos, sumándose a los ya existentes. Específicamente, las tensiones entre Venezuela y Guyana podrían agravarse debido a los recientes desarrollos. Además, las crecientes tensiones entre China y Taiwán amenazan con intensificarse y añadirse a los conflictos globales actuales.

En el mismo sentido, la persistente tensión entre Corea del Sur y Corea del Norte sigue siendo motivo de preocupación. Por otro lado, las polarizaciones en el conflicto Israel-Palestina y la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania son aspectos cruciales que influirán significativamente en el desarrollo de los acontecimientos en el año venidero.

Este 2024 se presenta como un año de decretos que moldearán el devenir político y económico a nivel mundial, planteando interrogantes sobre el futuro de líderes, ideologías y el equilibrio geopolítico. ¿Se cumplirán “los deseos” de paz internacional en el Año Nuevo?

POR TALYA ISCAN
CATEDRÁTICA, FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES, UNAM; UNIVERSIDAD PANAMERICANA

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