El año que viene se tornará muy interesante en el rubro electoral, habrá 80 justas ya sean generales, legislativas o locales, algunas desde ya roban la atención del mundo por el impacto que pueden provocar en el corto y mediano plazo en temas de alta envergadura.
Una de las elecciones que más atención atrae es la que se realizará, el 5 de noviembre en Estados Unidos, para elegir nuevo Presidente, pues se trata de la primera potencia mundial, quien gane esa contienda marcará su huella en diversos temas de alta demanda.
Definitivamente, uno de ellos es la política migratoria, que sufrirá un vuelco si regresa a la Casa Blanca el republicano Donald Trump, quien en su precampaña ha implementado un discurso xenófobo más extremo y eso le sigue sumando seguidores, pese a que tiene a sus espaldas 4 jucios y 37 cargos.
Otros grandes pendientes son el financiamiento y ayuda militar a Ucrania en su guerra contra Rusia, o el respaldo a Israel en su ofensiva contra la organización palestina de Hamas, todo ello, bajo el riesgo de que anule su alianza con la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En su primer mandato, Trump sacó a EU del Acuerdo de París, minimizó las aportaciones de la OMS, desató una guerra comercial contra China y dio apertura a Rusia, sólo por citar algunas de sus controvertidas decisiones.
Si por el contrario resulta reelecto el demócrata Joe Biden, las cosas no cambiarán mucho, seguro habrá ajustes en algunas políticas y de funcionarios, el reto más importante será cómo controlar los flujos migratorios, un tema doméstico de impacto mundial.
Otro político que tendrá cita en las urnas es el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en abril pasado se cumplieron 10 años de que asumió el poder heredado por Hugo Chávez, y desde entonces ha anulado políticamente a todo aquel que ha intentado arrebatarle el cargo.
Henrique Capriles fue el primero en esa lista, le siguió Leopoldo López y después apareció Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino y recibió el apoyo de unas 50 naciones, pero Maduro es un hueso muy duro de roer y se supo sobreponer a esas intentonas, ya sea con recursos lícitos como ilícitos.
En 2024, será el turno de la opositora María Corina Machado, quien ganó unas primarias que la colocan como la rival natural de Maduro, pero más pronto que aprisa los chavistas desacreditaron ese derecho, pero le guste o no debe ir a las urnas, la anulación de las sanciones económicas contra su gobierno depende de ello.
Otra elección que marcará diferencia es la del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien en febrero de 2022 decidió invadir Ucrania para, según él, salvar a los ucranianos y, sobre todo, a los prorrusos de las garras neonazis que gobiernan ese país. ¡Por supuesto que sus ambiciones expansionistas nada tienen que ver con su buena voluntad!
Hay otras 77 contiendas con alto grado de atención y una de ellas es la presidencial en México, que tiene como principal particularidad una sociedad polarizada entre los que apuestan por el continuismo y quienes creen que el cambio es apremiante. Ya veremos qué sucede y cómo incide en nuestras vidas.
POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
MAAZ