EL DEDO EN LA LLAGA

Preguntas sobre la libertad

En 2024, hay una libertad que es importante no hacer a un lado: la de elegir a quienes van a gobernarnos

OPINIÓN

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Adriana Delgado / El Dedo en la Llaga / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

¿Usted siente que es verdaderamente libre? ¿Qué tanto lo fue durante este año?

¿Considera que las libertades más fundamentales son plenas en el país? 

Un concepto fundamental de la libertad es la capacidad de elegir. ¿Realmente es posible hacerlo entre opciones para crecer y desarrollarse?

Hoy, el discurso generalizado es ver a la pobreza como una especie de virtud y a los generadores de la riqueza como villanos a quienes hay que arrancársela para repartirla por igual, independientemente del esfuerzo o apatía de cada persona.

En los libros de texto de las escuelas públicas ahora hay adoctrinamiento para renunciar a la libertad personal en favor de colectivismos políticos e ideológicos con una falsa ilusión de igualdad.

¿Y las políticas públicas? Por décadas, políticos y gobiernos de todos los signos han repartido miles de millones en becas, programas de apoyo y otros mecanismos que terminan acostumbrando a los beneficiarios a recibirlos a cambio de su libertad política y su voto, aunque no les alcance ni para sus necesidades más básicas.

¿Qué tan peligroso es? Mucho. 

La experiencia mundial comprueba que no es una forma eficaz de ayudar a los pobres sino de mantenerlos en esa condición. 

La pobreza es marginación social y por lo tanto coarta la libertad. 

Además, la deuda pública que se adquiere para financiar el asistencialismo sólo hipoteca el futuro de todo el país.

En contraste, el impulso para quienes buscan emprender un negocio es prácticamente inexistente. 

De hecho, la burocracia, los trámites y las regulaciones excesivas terminan sofocando la gran mayoría de esos esfuerzos.

 La inversión pública en infraestructura para que haya mejores servicios públicos y puedan instalarse más empresas que generen empleos y prosperidad, tampoco es una prioridad tan apremiante.

¿Cómo podemos entonces aspirar a ser un país realmente competitivo y generador de bienestar para todos? 

¿Podremos ser un país de auténticas libertades así?

¿Nos estamos educando para ser libres?

¿Cómo podemos ser generadores de innovación, prosperidad y progreso sin conocimientos? 

Los resultados de la prueba PISA dicen que dos de cada tres estudiantes mexicanos de educación básica no comprenden lo que leen. 

En cuanto a matemáticas y ciencias, nuestras calificaciones son mucho peor que reprobatorias. 

¿Y la seguridad pública? 

¿Se siente usted libre de andar por las calles con su familia o abrir un negocio sin que lleguen delincuentes a extorsionarlo? 

La responsabilidad principal del Estado es dar seguridad a sus ciudadanos pero la procuración e impartición de justicia es una puerta giratoria de impunidad con fuerzas federales y locales que no están capacitadas para investigar, preservar pruebas y seguir el debido
proceso.

¿Tenemos libertad real de expresión como ciudadanos? 

¿Las protestas sociales son atendidas eficazmente o descalificadas desde el poder? 

¿Es posible cuestionar y pensar distinto, sin que por ello se insiste desde el poder discursos de odio contra todos aquellos que piensan diferente??

En 2024, hay una libertad que es importante no hacer a un lado: la de elegir a quienes van a gobernarnos. 

Más allá de discusiones furiosas y vacías, es importante revisar propuestas, decidir informados y emitir un voto consciente. 

De eso puede depender en mucho nuestra libertad futura.

POR ADRIANA DELGADO RUIZ

ADRIANAD16@YAHOO.COM.MX  / @ADRIDELGADORUIZ

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