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Fosfo caos

A la hora del cierre de esta columna, la incertidumbre sobre la gobernabilidad en el estado de Nuevo León

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

A la hora del cierre de esta columna, la incertidumbre sobre la gobernabilidad en el estado de Nuevo León prevalecía. Una guerra de recursos legales impedía saber con claridad quien tomaría el cargo de gobernador interino ante la licencia concedida a Samuel García Sepúlveda para buscar la presidencia de la república. No había necesidad de llegar a tales extremos.  

La lucha de la que hoy somos testigos es solo la culminación de un proceso de descomposición política en el estado, que ha tenido como contexto a una serie de gobernadores débiles o procesados por corrupción, como Rodrigo Medina de la Cruz y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”. En lo inmediato, la falta de diálogo político ha provocado que no haya fiscal de justicia desde hace más de un año, detención de recursos a municipios y órganos autónomos y una polarización nunca vista antes. Nada de esto se merece el pueblo de Nuevo León, pero es una consecuencia de las decisiones en las urnas.  

Si bien Samuel García llegó a la gubernatura con una holgura de votos que le dio amplia legitimidad, no lo hizo con una bancada fuerte del partido Movimiento Ciudadano. El resultado de la elección de 2021 fue un deja vú del escenario en el que se vió el “Bronco”, quien fue el primer gobernador independiente en la historia de México, pero tuvo que gobernar teniendo como aliado al PRI ante la falta de diputados y alcaldes que le respaldaran. Samuel ha cooptado a algunos alcaldes y diputados locales, pero no los suficientes para mover con contundencia la aguja. 

Una de las batallas abiertas es la designación del titular de la fiscalía estatal, que por su autonomía podría actuar contra actuales funcionarios estatales. De ahí que tanto PRI como PAN en el congreso se hayan recargado en el Poder Judicial y la Fiscalía para nombrar a gobernador interino. 

Lo que sucede en Nuevo León, es síntoma de lo que vendrá el próximo año de elecciones presidenciales. El Presidente López Obrador ha respaldado enteramente a Samuel García, sabiendo de antemano que el candidato naranja es un comparsa de la estrategia oficialista por la Presidencia, despejando toda duda sobre quien es la mano que mueve a Samuel. Movimiento Ciudadano es y siempre será un partido útil del lopezobradorismo; la conquista de una campaña presidencial, con los recursos económicos y políticos que representan, es un manjar para Dante Delgado y compañía, quien a pesar de dar resultados mediocres en Jalisco y Nuevo León, tiene bajo sus manos la posibilidad de convertirse en la segunda fuerza política del país.  

A pesar de lo que vemos, el gran ganador es Samuel García Sepúlveda. Es ahora el personaje más importante de Movimiento Ciudadano, superando a Luis Donaldo Colosio Riojas. La crisis de gobernabilidad y el interés que ha despertado a nivel nacional le están dando una exposición clave en esta etapa del proceso electoral.  De cómo capitalice esta crisis, resultará el futuro inmediato del partido naranja. 

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ 

COLABORADOR

@CARLOSZUP

MAAZ